(Dudamel Rambler)
Congelé un dogma natural
y lo olvidé en el freezer.
Después de un tiempo que
no puedo precisar, fui por él
y estaba ahí. Parecía haberse
adaptado al cambio y daba
signos de haber sobrevivido
sin inconvenientes.
Se mostraba en buena forma,
tal vez que algo reducido en volumen
aunque no pude verificarlo en forma
fehaciente (no tomé medidas ni atiné
a medir su vanidad)
No lucía alterado ni afectado, por
el contrario; en cuanto me vio, se
echó a reír como los dioses.
Y qué iba a hacer: Me reí también
(y aproveché para descongelar
una hamburguesa integral
de células madre de última
generación)
La risa es tan necesaria como los
dogmas.
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