(Aparicio Custom)
Se sabe poco de la sangre;
algo se sabe: mientras circula
es útil, como fluído vital y móvil,
después pierde valor, como todo.
Hay grupos y factores, dadores y
receptores, compatibilidades, y
están los lazos de sangre que nos
unen, como la Historia.
La sangre es un producto histórico,
tiene su origen: nuestros ancestros,
los primeros organismos vivos, no
la conocían; carecían de sangre.
Le tomó un tiempo, a la evolución
producir sangre con fluidez. Ahora
sabemos que coagula, compartimos
el conocimiento y disponemos de
anticoagulantes para mejorar la
fluidez.
El útil controlar los valores en sangre
cada tanto, para evitar contratiempos,
reconocerse portador sano y circular
con normalidad.
También sabemos que no es propiedad
exclusiva de nosotros: otros animales
comparten esta propiedad, por lo que
constituye un recurso natural para la
tracción a sangre y otras actividades
productivas.
La producción de sangre se mantiene
a valores aceptables. Derramamientos
y hechos de sangre, siempre hubo, y no
parece ser algo evitable:
No hay que ahogarse en un vaso de
sangre, ni hacerse malasangre.
Si la sangre llegara al río, aparecerán
otras metáforas que fluyan.
La Historia siempre fluyó, es dinámica:
La nuestra contiene suficiente sangre
para unirnos como hermanos, hasta el
próximo baño de sangre:
La sangre todo lo resuelve, toda condición
histórica es soluble en sangre. La sangre
siempre se renueva, es un recurso renovable.
(Baño de sangre, limpieza étnica, y otras
opciones eugenésicas son recursos para
mantener la higiene)
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