(Aparicio Custom)
El turismo es una fuente de atracción:
Un turista atrae más turistas.
La atracción es un recurso renovable.
Todo organismo vivo puede ser atraído
por otro, y también lo inverso.
Este mecanismo simple explica, tanto
el metabolismo como la reproducción,
(dos funciones vitales) como una buena
parte del movimiento de los cuerpos y
hasta la lectura de un poema.
Se puede aventurar que la propia tracción
a sangre, que compartimos con otros
animales, nos mueve casi siempre en un
sentido dominante: hacia aquello que nos
atrae.
II
El turismo es una buena fuente de recursos.
Hay estados que viven de él, es sabido.
Pero al turista no sólo hay que atraerlo, sino
servirlo y compacerlo, para que desee volver.
Todos podemos atraer y ser atraídos, en
distinta proporción. Hay condición activa
y pasiva, pero la atracción tiene sus bemoles:
Suele ser más fácil ser atraído. Para resultar
atractivo, hay que ofrecer o prometer algo
valioso; lo que da lugar al engaño:
Algunos lo consideran un recurso legítimo,
encuentran aceptable que quien sabe que no
tiene ningún valor que ofrecer, recurra al
engaño para no quedar fuera de juego.
(es un recurso eficaz, la publicidad lo hace
todo el tiempo sin cuestionamientos)
En todo caso, dependerá de los valores de
cada uno.
III
Hay sociedades que, por distintos motivos,
no supieron desarrollar este recurso y no
pueden vivir del turismo. Tal vez no hayan
sabido invertir lo suficiente.
Pero si disponen de recursos naturales,
podrían aspirar a atraer inversiones:
Para resultar atractivos, no sólo tienen que
ofrecer sus valores, sino que deben servir
y complacer al inversor para que no pierda
el interés:
Los inversores van y vienen, en busca
de oportunidades atractivas.
Los inversores van y vienen,
como los turistas.
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