(Elpidio Lamela)
Tenía un pelo de zonzo,
se me hizo saber. Hay cosas
que es mejor no tener, como
algunos pelos, o no saberlo.
Muchas personas gestantes.
e incluso menstruantes, así lo
entendieron, y se deshacen de
ciertos pelos aunque resulte doloroso:
La antigua metáfora de la yunta
de bueyes superada por un pelo,
es cosa del pasado, como la tracción
a sangre:
Un pelo, no tiene ningún atractivo
en sí mismo, más allá de su origen
y las fantasías que se pueden entre
tejer.
Hay pelos que sobran, y acaso otros
que faltan. Puede parecer una zoncera,
pero dudaba con mi pelo de zonzo.
Tal vez fuera conveniente prescindir
de sus servicios. Había que proceder:
(al ser uno, todo se simplificaba)
Producir la tensión necesaria, tirar
del pelo hasta extraer una enseñanza:
Duele. El conocimiento tiene un costo,
hay que estar dispuesto a pagar para
incorporarlo, y gozar de sus beneficios:
La letra con sangre entra, nos ilustraba
Sarmiento, que siempre tuvo poco pelo.
El dolor es un costo, que bien puede
justificarse si es necesario: Somos
expertos en justificar todo tipo de
padecimientos, mucho más cuando
son ajenos.
El conocimiento carnal, también tiene
un costo, como otras disciplinas, más
allá de metáforas y modas:
La extracción de pelos en zonas muy
sensibles, suele ser dolorosa. Pero podría
facilitar el acceso al conocimiento
carnal, incrementando el potencial
de esa
zona para atraer inversiones.
Es común someterse a algo para obtener
otra cosa: así funcionan todos los deseos.
Recogí mi enseñanza, y me detuve:
El pelo sigue en pie, entre otros tantos
que se le parecen pero no son zonzos.
Es mejor tener un pelo vivo, aunque sea
de zonzo, que andar sufriendo como un
imbécil.
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