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(Emeterio Askman)
La polarización evoluciona,
su avance se manifiesta en todos
los ámbitos del mundo sensible,
que algunos confunden con el
inteligente, desde una percepción
banalizada.
La banalidad no es ajena a esta
tendencia a polarizar y dividir:
Mientras unos sostienen una defensa
apasionada de los valores propios del
pensamiento banalizado, otros cultivan
la banalidad con una visión crítica:
Entienden que la banalización en curso
debería ser profundizada: No hay que
conformarse con el éxito obtenido (No
se puede confiar en el éxito, que es algo
azaroso, circunstancial y efímero como
la moda)
La banalización debe ampliarse, expandirse
en todos los sentidos y seguir su desarrollo.
Es necesario dejar a un lado las pasiones y
apuntar a la crítica, que aún no ha sido del
todo banalizada:
Sólo controlando el pensamiento crítico, y
neutralizándolo con un baño de banalidad
purificadora, acabaremos con todas estas
polarizaciones estériles, que no suman,
y gozaremos libremente el destino que
merecemos, donde se pueda convivir en
armonía con la banalidad del bien y la
banalidad del mal.
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