(Amílcar Ámbanos)
En la boca del papante
la uva desmembrada se confunde
con la miel de la araña.
No es extraño ignorarlo, no todas
las arañas son maléficas: las hay
melíficas.
Pero no es algo de interés, ya que
esa miel nos es ajena, pertenece
a la reina.
Poco se sabe de la araña reina
ni de su miel. El Papado, ni ninguna
otra alta investidura de mamíferos
superiores pudo hacer nada.
Hay millones de arañas de distintas
especies, algunas microscópicas,
pero muy pocas llegan a reinas:
Lo que abunda no daña, y tenemos las
arañas que necesitamos, o bien las que
merecemos.
Sabemos que el mal es tan necesario
como el bien ¿Cómo distinguiríamos
a éste, sin aquel?
No todas las arañas son peligrosas,
a diferencia de nosotros.
Algunas, hasta podrían ser aptas para
consumo humano, como nuestra miel
de abeja.
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