(Asensio Escalante)
El epifonema estaba ahí, intacto
e íntegro, esperando las condiciones
favorables para entrar en circulación:
Todo puede entrar en alguna circulación,
hay muchas.
Podría ser parte de una lengua antigua,
extinta o aún inexistente: esto último
resulta más probable, ya que es mucho
lo que todavía no existe, según conocemos.
El derecho a la existencia es inalienable
e inopinable: no es posible emitir opinión
de un signo u otro, sobre lo que aún no se
conoce.
Nos estamos conociendo, conocemos
algunos signos.
El epifonema conserva sus propiedades
naturales y artificiales en estado aceptable
y no manifiesta ninguna urgencia ni
deseo de ser puesto en circulación, ni de
ser rescatado de su charco de baba original:
Exista o no, motivo que lo justifique,
el derecho a la existencia parece ser
preexistente a la historia del epifonema
y a todas las historias que circulan.
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