martes, 16 de agosto de 2022

La pregunta del poema

 

(Asensio Escalante)

 

La pregunta más poética

está por formularse.

Hay otras, el poema puede

servirse de distintas fórmulas

y formas:


Puede servirse solo

o con guarnición de otros como él:

no es un hecho casual ningún poema;

quienquiera que lo hiciera

es reincidente  (aunque escriba siempre

el mismo)


No hay mucho que preguntar

en un poema, pero todo poema

es una pregunta.


No hace falta usar sus signos, la

diversidad de fórmulas multiplica

los medios del paisaje divisible.


No hace falta ir al bosque

para hacer un poema nemoroso.


No hace falta hacer agua para que

el poema fluya, nade y naufrague

en su tinta: basta la memoria.


No hace falta que haya algo que decir

para que sea el poema, quien arriba

entre mares de preguntas que esperan

en la costa.


En la otra orilla, está el poema acabado.

Listo para responder a todas las preguntas

con la misma sonrisa interminable, y un

eco que se burla de todos los naufragios,

aventuras y tripulaciones.


Ningún poema es lo que dice,

ni lo que hace: Puede servirse

de distintas fórmulas y abrevar

en casi todos los elementos conocidos

o en vías de serlo.


El poema, quien lo probó lo sabe,

puede servirse de otros y apropiarse

de todo: su fin lo justifica, aunque no

se lo conozca.


No preguntes al poema por su fin,

podría no tenerlo: El poema es un

camino, es decir una búsqueda, es

decir: una pregunta.


Algunos contemplamos el poema

como un ejercicio, hay otros.


Preguntar es un ejercicio vital.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.