martes, 31 de enero de 2023

Para adquirir y obtener dignidad

 

(Tomás Lovano)

 

El trabajo dignifica: siempre

y cuando sea un trabajo digno.


Aquellos que tengan dudas

sobre su propia dignidad, y

deseen acceder a ella en forma

directa y segura, sólo tienen que

buscar un trabajo digno.


No hay que dormirse:

No quedan muchos y es bastante

trabajoso dar con alguno;  incluso

cuesta encontrar uno genérico...


lunes, 30 de enero de 2023

Poema falocéntrico multipropósito

 

(Esther Miño)

 

Cada género tiene sus peinados.


Algunos peinados son claramente

femeninos. Otros, por el contrario,

son más dudosos.


No poner atención al peinado,

podría apreciarse como un rasgo

de virilidad hasta hace poco:


El descuido y la desprolijidad, eran

considerados propios del género

masculino. Hoy ya no.


La evolución se hizo presente

en la generación y proliferación

de nuevos peinados y géneros,

cada vez más heterogéneos.


No es penoso, la diversidad nos enriquece

a todes, elevando el potencial creativo

disponible que nos constituye y borrando

esos contornos, que eran límites para la

natural evolución (que tiene un norte

bien definido, aunque no lo conozcamos)


Podemos tener opiniones divididas, pero

aceptamos de buen grado que todo es

divisible y no hay límites:


Abrazamos la división indefinida, más

allá de cualquier fin. La función lo justifica

todo: La división funciona.


Al fin y al cabo, es mucho más lo que nos

divide que lo otro.


Peine y pene son sustantivos masculinos,

suenan casi igual; sólo una letra puede cambiar

el sentido y también el género:


Pena no tiene relación con pene (aunque haya

penes penosos, penachos y penínsulas, también

está la penicilina, gracias a la evolución, para

curar las infecciones venéreas)


La letra e es esencial para la evolución:

el lenguaje inclusivo se vale de ella para

neutralizar cualquier cosa.


Pero el pene no es neutro, y no puede ser

neutralizado porque termina en e.


No se peina el pene, tampoco. Pero se

puede acariciar, sobar, estimular y complacer

de modo indefinido sin caer en el pecado:


Los pecados no se peinan,

pero se dividen en categorías, todas disponibles

y también se pueden maternar sin contradicción

ni contraindicaciones.


¿Cuántos penes todavía no acariciaste?




domingo, 29 de enero de 2023

El reino de la apicultura

 

(Dudamel Rambler)


Apicultores opositores

están a la orden del día


(No sabemos cuál es esa orden

pero aceptamos: todos los días

son parte de un orden, cuya

necesidad nos incluye. Hay un

orden de necesidades que respetar,

no se puede vivir fuera del orden.


El orden pide y da, hay deberes y

derechos: condiciones para el sano

ejercicio de la libertad:


Todos podemos oponernos a casi

todo, en alguna medida. Luego, las

autoridades adoptarán las medidas

necesarias para mantener el orden.


Una oposición sana, pone límites a

los excesos naturales del poder, para

que reine el equilibrio, que es lo más

sano que conocemos)

 

 

II

Los apicultores viven en su mundo.

Crían esos insectos laboriosos

para extraer sus productos: miel, polen,

jalea Real, propoleos. Todos saludables

y aptos para consumo humano.


Todos criamos algo alguna vez:

un hijo, una planta, una mascota.

Aunque no sea para consumo propio

o ajeno, no deja de ser una experiencia

saludable.


Así funciona el mundo; es natural:

Unos crían, otros producen

para que otros extraigan y agreguen

valor generando la cadena de valor

que impulsa el movimiento de la economía

(movimiento uniforme) para que todos

gocemos en forma encadenada.


Es lógico que los productores quieran

hacer valer lo que producen.


Las abejas no tienen idea del valor de su

trabajo, pero lo harían de todos modos.


(Producir una cucharadita de miel, le

demanda a una abeja unos 5000 viajes;

 ellas ignoran el valor de lo que hacen

y tampoco tenemos como pagárselo:

No aceptan nuestras formas de pago)


Somos un planeta apicultor.

sábado, 28 de enero de 2023

Estrella fugaz

 

(Ricardo Mansoler)

 

Vi caer una estrella.

No sé si era una estrella fugaz,

tampoco puedo asegurar

que fuera una estrella:


No la vi estrellarse, sólo caer

e ignoro su destino, -es común

ignorarlos- tal vez siga cayendo

todavía.


Desde tanta distancia, es difícil

para un profano determinar con

precisión si esa luz que caía

pertenecía al cuerpo de una estrella.


Hay tantos cuerpos que brillan

dando vueltas por el firmamento,

para acabar cayendo…


Ni siquiera sabemos si esa luz

es propia, o sólo el reflejo de otra

estrella.


Podría tratarse de un satélite, un

cometa, un aerolito u otro objeto

no identificado que pulula en el

espacio etéreo e infinito:


No es para confiar la luz, no todo

lo que brilla son estrellas, ni toda

luz es verdadera.


Dicen que hay que pedir un deseo

al ver una estrella fugaz, pero…


¿Cómo saber si en verdad lo era?


No, no conviene creer en los deseos,

y menos cuando hay que pedirlos.


II

Aún suponiendo que era una estrella,

es un poco absurdo atribuirle otros

significados y propiedades ¿Cuántas

cosas caen todo el tiempo acá nomás,

sin ir más lejos?


¿Qué tiene de particular ver un cuerpo

caer, cuando todos los observadores

estamos sujetos a la ley de gravedad?


Y algo más: Nos caemos y nos levantamos

casi siempre, pero en la estrella, la caída es

el signo de la muerte: No muere al caer,

cayó porque murió, completó su vida

útil como estrella.


No habría que celebrar la muerte

pidiéndole deseos opinables…


Fuera del ámbito especulativo, tampoco

es mucho lo que sabemos de la muerte.

Sólo que las estrellas tienen un ciclo

bastante más prolongado: su combustión

puede durar millones de años,

pero estamos a años luz, lo que significa

que es probable que casi todas las estrellas

que ahora vemos estén muertas.


Aunque se trata de una muerte muy lejana,

estamos a años luz, y no es fácil distinguir

una luz viva de una muerta.


Pero no no es del todo indiferente: Desde

nuestros cuerpos insignificantes y efímeros,

solemos vacilar ante la muerte y sus misterios.


A menudo, nos cuesta verificar la condición

vital en otros cuerpos; tanto, que la única

forma de despejar la duda es recurriendo a

la muerte.




viernes, 27 de enero de 2023

Para agendarse

 

(Tomás Mercante)

 

Sólo hay que saber rodearse,

me dije y lo agendé.


Estaba solo al agendarme,

solo con mi agenda

(una agenda abierta)


Me pareció una buena frase,

aunque puede que haya mejores.


Entonces la subí a mi muro

y aparecieron otros seguidores:


La frase funcionó, era verdad,

el que está solo es porque quiere.


Con la verdad no ofendo ni temo,

pensé evocando al prócer oriental.


Aunque no hay que abusar

de las verdades: Nos podemos

quedar solos…


Es mejor estar rodeado antes que solo,

como es mejor estar ocupado que vacío

(salvo que seas un sapo de otro pozo)


No estés solo ni ocioso:

Sólo hay que saber rodearse,


jueves, 26 de enero de 2023

Cómo mantener el valor de nuestra ideología

 

(Teodoro Losper)

 

Estamos generando las condiciones

para los nuevos desafíos

que propone el futuro.

Lo tenemos todo, o casi todo:

 

Necesitamos una ideología sana,

abarcativa y cada vez más inclusiva

y transparente. Que nos interprete

a todos, sin distinción de credo, raza,

clase social y capacidad de entender

esta propuesta.


Apuntamos a algo más profundo, que

trasciende el orden de lo racional y

toda elaboración intelectual:


El sentimiento, esos valores emotivos

que proveen sentido a todo, tanto en

lo individual como en lo comunitario.


Creemos que hay fortalecer

todo lo que tenemos en común,

aunque no sea mucho.


Apostamos a los valores trascendentes,

que son lo único que vale la pena

preservar y defender hasta perder la vida.

 

II

La vida es un valor histórico, amén de

un recurso renovable. Hay que pensar

en las nuevas generaciones y en el mundo

que les dejaremos:


Una juventud sin ideales, es augurio

de un futuro decadente e incierto.


Es esencial transmitir estos valores

para que no pierdan el rumbo

y puedan desarrollar su propia cadena

de valor con entusiasmo, generando las

oportunidades que merezcan.


Y poniendo en valor, todo lo que queda

por poner.


El desafío de ellos será, incluso más

excitante: Sin riesgo no hay aventura,

y la vida, si algo es, es aventura, desafío,

oportunidad.


Hay que estar a la altura:

dejarles las herramientas ideológicas

adecuadas, sería nuestro mayor legado

(y tal vez el único)


Estos valores, son lo más preciado

que tenemos, y quizá lo único que

merezca sobrevivirnos.


miércoles, 25 de enero de 2023

Taxonomía poética

 

(Epifanio Weber)

 

¿La ideología es parte del poema,

o por el contrario, es él parte de aquella?


Me dices mientras clavas tu pupila azul

en un clavo oxidado y mal tramitado,

sin abandonar el movimiento uniforme

al ritmo del amor imposible pero virtual,

como el mar azul.


¿Y tu me lo preguntas?


La pregunta no es válida: Es sabido que

la poesía es ajena a toda ideología.


Para que tuviera validez y cobrara valor

habría que substituir la palabra poema

por lenguaje.


Pero los buenos poemas no incluyen

palabras como ideología, lenguaje,

poema, metafora, antanaclasis 

ni la palabra palabra. 


El resto es pura ideología.


martes, 24 de enero de 2023

Memorias de la Patria Grande

 

(Aparicio Custom)

 

La pera es áspera y tentadora,

pero es gozosa cuando madura,

como la razón de mi vida

que no espera.


Dijo Bolívar a Artigas

que también tenía razón,

cuando llegó San Martín

a vuelo de chancho:


¡La Historia no espera!


Proclamó a los cuatro vientos

al tiempo que se confundían

los cuatro en un abrazo fraterno,

solidario, continental y liberador


de sueños y endorfinas nativas

y latinoamericanas.


Somos el futuro,

el destino de un continente y sus

pueblos está en nuestras manos

y sus respectivas espadas.


(El chancho se miró, y comprobó

que no tenía ninguna)

 

II

Es la hora de la verdad:

En el futuro seremos acreedores

de una deuda histórica y eterna

en reconocimiento a nuestra gesta

gloriosa.


¡Ni esclavitud ni dependencia!

¡Seamos libres, lo demás no importa

nada!


¡Son ellos o nosotros!


Ellos dicen lo mismo, me contó un

compañero infiltrado. Podríamos

acordar una salida negociada.

Terció el mamífero cuadrúpedo.


Es inútil, dijo Artigas que volvía a tener

razón:  los orientales siempre desconfiamos

del antiespecismo, hay especies que no sirven

ni para conspirar. No hay que darles más lugar

que el que se merecen:  es tirarle margaritas a los

chanchos.

 

III

¡No se confunda, compañero! Dijo

el Padre de la Patria Grande en gestación. 

El chancho no es sólo comida

o compañía; también puede ser

conducción:


¿Sabía que gracias a su olfato

altamente desarrollado, esta criatura

sirve para detectar y cosechar trufas?


Las trufas son carísimas, asintió Bolívar

que también tenía razón.


-Sí, pero al chancho lo alimentamos con

cualquier cosa, si está bien educado. Ahí

está el negocio:


La educación es la mejor inversión.


(Acordaron los cuatro, y en un pacto

soberano quedó sellada la unidad

latinoamericana)


lunes, 23 de enero de 2023

Parvas

 

(Aparicio Custom)

 

Detecté una parva dudosa

a menos de un decámetro

de mi puerta.


Me mantuve alerta, esperando

el paso del servicio recolector

de parvas dudosas, o al menos

de un reciclador urbano.


Recurrí a los parámetros naturales

para evaluar la situación, efectuar

un seguimiento de su evolución

y sacar alguna conclusión:


Siempre se puede sacar algo de todo.


También contemplé la posibilidad de

tomar nuevas medidas, parametrizar

y hacer trabajo de campo, mientras

esperaba al recuperador urbano o al

camión recolector.


La parva ocupaba unos cuantos decímetros

cúbicos y no mostraba signos de allterarse

por mi observación.


Yo seguía actualizando datos

y acumulando información útil:

Acumular, siempre puede ser útil

a futuro.


(El futuro es como una parva dudosa

en la puerta)


Me mantuve alerta, esperando novedades

sin descuidar mi tarea: actualizando los

datos recabados y descartando información

sospechosa que no podía ser verificada.


Su aspecto, bastante uniforme, aunque más

bien amorfo como su volumen, se mantenían

estables en el tiempo.


No la pesé, podría haber sido peligroso:

De una parva dudosa se puede esperar

cualquier cosa.


sábado, 21 de enero de 2023

Las buenas prácticas poéticas

 

(Asensio Escalante)

 

Dictadura no es una palabra poética,

como comerciar o traficar valores,

mercancías hay muchas: casi tantas

como palabras.


Valor, mercancía, utilidad, tasas, saldos,

coeficientes y remesas de intereses

o incluso algo tan necesario como la

inversión, son términos ajenos a la poesía

o la ilusión que emite el buen poema.


Hay suficientes mercancías y palabras

para hacer poemas y otras cosas, mejores

o peores.


No hace falta recurrir a vocablos no poéticos

habiendo tanta palabra disponible para

completar un buen poema (es trabajoso

completar uno; siempre le falta algo o le

sobran palabras)


Las buenas prácticas poéticas, determinan

y establecen con bastante precisión cuáles

son las palabras amigables y cuáles están

incluídas fuera de la función poética.


Después está el talento, el trabajo personal

en el propio cultivo y la libertad que se

permita el autor o aspirante al asumir el riesgo

de escribir.


Hay quien no lo entiende así, y habla

de dictadura… ¿dictadura poética?


Un perfecto oxímoron: como si los límites

no fueran necesarios para el ejercicio de la

libertad.


¿Hasta cuándo se seguirá confundiendo

libertad con libertinaje?


Se preguntaba un dictador reconocido. 


Secretos útiles

 (Tomás Lovano)


El título era otro en su origen;

sufrió una pequeña modificación

que no cambia casi nada:


Secretos inútiles, era, pero alguien

me sugirió que no era atractivo

para casi ningún lector, y el poema

existe para ser leído, aunque no lo

justifique ni lo merezca.


Pero al poema no le importan los

merecimientos, y mucho menos

la justicia: Para eso están los

funcionarios del poder judicial,

las leyes naturales y las emanadas

desde la función divina.


El poema es ajeno a toda esa burocracia

y sus diversos protocolos, que poco o nada

tienen que ver con el sentir poético y con

la vida.


Hay formas de vida y de muerte,

los medios de vida superan, hasta ahora,

a los medios de muerte, aunque estamos

en plena evolución.


Luego, está el estilo de vida

que cada uno decide adoptar

según sus posibilidades.


No hay un sentido establecido, reconocido

ni conocido: Se presume que la vida es un

fin en sí misma.


Y concluye cuando conoce su verdadero fin.


Hay diversas formas de arribar a la muerte,

aunque no hay un estilo a adoptar.


(La forma en que se autopercibe ese cambio

de condición material, física, metafísica u

ontológica es un secreto que se lleva a la

tumba, o quién sabe adonde: un secreto tan

eterno como inútil)



viernes, 20 de enero de 2023

El beso imbécil

 

(Aquino Lamas)

 

Un beso imbécil

es fácil de detectar.


Más fácil, incluso, que

detectar imbéciles.


La imbecilidad genérica

está muy difundida entre

nosotros y suele invisibilizarse:


Somos propensos al engaño

en sus distintos géneros,

versiones y formatos.


Pero hay algo que no falla,

a saber: Saber besar no es

cosa de imbéciles.


Quien quiera o necesite disipar

las dudas en relación

a la imbecilidad, antes de avanzar

o profundizar la relación,

sólo tiene que recurrir al beso,

no es difícil.


Aunque hay besos más que dudosos

hay que ser bastante imbécil

para no reconocer.


jueves, 19 de enero de 2023

Sobremesa

 

(Pascual Rambler)

 

No sabía mucho sobre mesas de valores

y remesas de utilidades, pero me las arreglé

para poner en valor la mía: esta humilde

mesa.


Vacilaba, un movimiento anómalo y

recurrente resentía la función esencial

que debe cumplir una mesa:


Mantenerse firme y servir de apoyo

sosteniendo los movimientos del usuario,

sea un comensal, un jugador, un escribiente

diletante o un mero contribuyente ocasional.


Lo resolví con un libro, no es sencillo:

Hay que encontrar el volumen preciso

y adecuado.


Por suerte, disponiendo de libros de distinto

porte, mediante el ensayo y error, al fin se

obtiene el equilibrio justo y la estabilidad

deseada:


Sin estabilidad, no hay desarrollo ni progreso.


Gracias al libro, la mesa recuperó su valor,

volviendo a producir utilidad

y sumando ahora el valor del libro.


El valor de un libro es siempre relativo

y fluctuante: depende del juicio subjetivo

del presunto lector, propietario o no.


De si fue leído y aún merece otra lectura,

si estaba en una lista de espera o bien,

resulta más bien ajeno y no se sabe por

qué estaba ahí.


A veces no importa mucho el origen

de un libro, ni la voluntad de leerlo:

Siempre puede ser útil y no sabemos

cuando podremos necesitarlo.


No desprecies ningún libro, nunca

se sabe cuál es el verdadero valor.


Trabajo o salud

 

(Carlos Inquilino)

 

Habría que volver al ahorro forzoso,

a la reconciliación obligatoria, al

consenso y la cultura del trabajo.


El precio del tabaco anda por las nubes,

los vendedores de humo hacen su agosto

y cada vez cuesta más mantener los vicios.


El precio está inflado, es todo impuestos.

Es natural: el Estado necesita recaudar, hay

que tapar agujeros y apunta al vicio:


Quien quiera sostener ese cultivo negativo

deberá afrontar los costos o inclinarse por

el autocultivo.


También es una manera de combatir

los hábitos nocivos: una sociedad entregada

al vicio no tiene futuro, o uno obscuro.


Los viciosos deberán trabajar duro

y ahorrar sin descanso; el tabaco seguirá

subiendo por encima de todo:


Los números no cierran, la crisis puede hacer

peligrar la estabilidad. Sólo el vicio puede

salvar la economía.


El participio arrepentido

 

(Horacio Ruminal)

 

El participio arrepentido

quiso volver al modo infinitivo


Rebotó en el sueño de una “i”

que se mantuvo ajena

como cualquier presente


No parecía arrepentido

ni asumir su condición de víctima


Los sueños pueden estar equivocados

pero son efímeros

aunque se repitan


Pasa todo el tiempo:

al presente, hay más víctimas

que victimarios


Hay un sentido, debe haber

aunque se pueda permanecer ajeno,

igual que el participìo soñado


Lo que es seguro:

el presente no vuelve,

y no se puede volver al pasado.


lunes, 16 de enero de 2023

Bostezo y calidad de vida

 

(Dudamel Rambler)

 

La calidad de mis bostezos

había disminuído. Con total

desinterés alguien me lo hizo notar.


Tomé nota y lo agradecí

-ser agradecido no cuesta nada-

para luego verificarlo por mis propios

medios -había que cotejar duración,

frecuencia, intensidad, etc.-


No era empresa fácil comparar un bostezo

actual con otros que pertenecen al pasado:

No solemos guardar registro de todas

nuestras emisiones, mucho menos de las

que no incluyen palabras ni tráfico de valores.


Pero hacerlo redundaría, sin duda, en una

mejora en la calidad de vida:


Sabemos que el bostezo cumple una función

nada desdeñable y es patrimonio de las

especies más evolucionadas:


los peces no bostezan, sólo los mamíferos,

desde nuestra madre rata hasta el hombre

nuevo.


Como vanguardia evolutiva, a sabiendas

que entre tantos organismos conocidos y

desconocidos, somos los únicos productores

de conocimiento, -además de los únicos

productores- no ignoramos la importancia

de este acto cotidiano, y por lo tanto no

valorado sino como algo banal.


Sabemos que quien pase 24 horas sin bostezar

pone en crisis su sistema inmunológico, el

autoinmune, y todos los sistemas subalternos.


Si la abstinencia se extendiera algo más, los

riesgos se multiplicarían hasta un punto

acaso sin retorno.


No en vano, el Hacedor creó el mundo

en seis días: el séptimo bostezó, y vio

que era bueno; todavía lo hace.


El bostezo es un signo evolutivo

tanto como la risa; ambos contagiosos:


No estés solo ni ocioso.


viernes, 13 de enero de 2023

El peine fino

 

(Ricardo Mansoler)

 

Me peiné.

Una vez peinado

me vestí y salí.


Pronto me sentí despeinado,

pensé el volver a peinarme

-hay pensamientos que se repiten-


Tendría que repetir la operación

¿Sería útil?


Afirmativo, en tanto sintiera como

propia la necesidad de estar peinado.


Negativo, no duraría mucho: Acá en

el sur hay un viento endemoniado, que

nos hace percibir como natural no estar

peinado (Nadie se pregunta si uno se

despeinó, o lisamente no se peinó)



II

Un peinado bien definido dice mucho,

acaso más que cualquier significante,

pero hay que mantenerlo.


La definición reposa en la memoria:

sólo ella puede reproducir los movimientos

exactos que produjeron el peinado original

(aunque haya otros similares, algo inevitable

habiendo más cabezas que opciones disponibles

de peinados)


La reproducción podría superar al original,

pero es suficiente que se le aproxime lo bastante

como para que nadie note ese rasgo de debilidad

que expresa no poder mantener una línea de

conducta.


Hay que recuperar esa raya, respetar los ángulos

y mantener las proporciones.


Peinarse es educar las emisiones capilares

con algún criterio estético. Con el tiempo,

la producción del peinado se automatiza,

como otras ramas de la producción.


Sabemos que sin educación, sólo podemos

aspirar al caos y la descomposición

del tejido social y la biomasa espiritual.


Nos encaminamos a un mundo cada vez

más diverso, inteligente y con una gama

casi infinita de peinados adoptables:


Tantos, que será prácticamente imposible

determinar quien está despeinado.



III

Ejercitando la memoria, observamos que

en toda nuestra Historia hay una cantidad

de hechos que se repiten, con otros

protagonistas y peinados.


Luego, cambiar el peinado o dejar de

peinarse no alteraría el ciclo

de repeticiones ni el curso de la Historia.



La decisión está tomada:  No sé si peinarme.


Puedo confiar en mi memoria,

no así en el viento. De todos modos,

si no nos despeina el viento, nos va

a despeinar la Historia.


Nacimos despeinados, luego nos fuimos

adaptando a los vaivenes del tiempo

y al curso de los distintos vientos

que se aventuraban.


La vida es sólo una aventura,

conviene estar peinado o no,

según las circunstancias.


El viento siempre tendrá la última palabra

(hasta que se las lleve a todas)






jueves, 12 de enero de 2023

Vocación y sentido

 

(Dudamel Rambler)

 

Podría haber sido un resentido.

Lo siento, pero fracasé.


No era mi vocación, tal vez.

Hay sentimientos que mantienen

un íntimo vínculo con la vocación.


El amor al arte, no hace más amable

o amoroso al portador. Ni el amor

ni el odio son vocacionales, aunque

son sentimientos muy unidos, que

se necesitan entre sí.


No así las vocaciones: Hay no pocos

casos de almas que pasan por la vida

sin vocación, o al menos sin una bien

definida.


A algunas les lleva un tiempo definir;

otras pasan toda la vida buscándola,

sin resentirse.


No es tarea fácil, en un mundo cada vez

más complejo y en continua evolución,

los cambios se suceden sin solución de

continuidad: se multiplican los estímulos

y florecen las oportunidades, al mismo

ritmo que aumenta el costo de la vida.


Algunos no entienden la mecánica

del desarrollo y las leyes económicas

que sostienen la gesta evolutiva:


Se resienten, lo que les impide encontrar

su verdadera vocación.

 

 


miércoles, 11 de enero de 2023

Solidaridad en sangre

 

(Tomás Lovano)

 

La sangre es solidaria

hasta alcanzar el punto

de evolución,


que en condiciones naturales

nunca vuelve a ser el mismo.


Con sangre disecada y polvo de hueso

se hace una especie de harina bastante

nutritiva.


No importa grupo. factor ni procedencia

(en algún punto, todos compartimos la

misma)


El destino de la sangre es incierto:

Tanto la sangre derramada, la amada y

la negociada como la que cursa ahora

su función con algún éxito.


Del éxito sabemos que es efímero,

como nosotros. Es inútil hacerse

malasangre por el futuro:


ésta no se hereda.


martes, 10 de enero de 2023

El beneficio imaginario

(Tomás Lovano)


No podía quejarme mucho,

como animal desconocido

no la pasaba mal; podría decir

que casi no me afectaba esa

condición.


Fui nominado, catalogado,

fui clasificado y taxonomizado

en forma taxativa:


Estoy registrado e identificado

en forma fehaciente como especie,

subespecie, grupo:

Soy parte de una familia, con quienes

compartimos ciertas características

morfológicas, necesidades, hábitos,

costumbres.


Ser reconocido tiene su precio, pero

ya me acostumbré, y aunque la vida

no cambia demasiado, sería ingrato

no reconocer las ventajas del sentido

de pertenencia.


Todavía quedan rastros en la memoria

de mi pasado de animal desconocido;

añoranzas, tenues vestigios

que el tiempo borrará, como suele

suceder en forma taxativa.


La vida no sería muy distinta

sin la palabra que la nombra, ni menos

o más triste: moriríamos igual.


Pero hay quien sostiene que

lo que no se puede nombrar no existe.

lunes, 9 de enero de 2023

Una lectura correcta

 

(Aquino Lamas)

 

Platón expulsó a los poetas

de la polis. Todavía hay poetas

que reniegan del sentir platónico

y cuestionan su decisión.


Hoy, transcurrido un tiempo razonable

y con varios siglos de evolución encima,

los más sensatos entendimos, que aquella

expulsión fue una oportunidad de crecimiento

que no podemos sino agradecer.


¿Qué estarían haciendo hoy nuestros poetas

si Platón hubiera vacilado?


Seguramente, una serie de poemas

tan vacilantes como improductivos:

puro palabrerío sin valor.


Peor aún: ¿Podría alguien sensato imaginar

un mundo gestionado por poetas?


domingo, 8 de enero de 2023

Jinetas

 

(Ricardo Mansoler)

 

Todo se dirime en condiciones azarosas,

hay rosas, renacuajos y sapiencias

que inadvertidas pasan a un número de

ojos.


Un pozo con su sapo ajeno cavilando

en las virtudes del antropoceno.


Las jinetas del jinete desbocado fosforecen,

se agitan y se inflaman como átomos

echados a su suerte indivisible:


excesos metafísicos sin ninguna atracción

para el lector genérico (Darío lo explicó,

en parte, pero hoy nadie lo lee)


El mundo mira hacia adelante.


Sin la tracción a sangre hubiera sido

todo mucho más costoso, tal vez ni

hubiéramos llegado al río.


Noticias destacadas

 

(Ricardo Mansoler)

 

En estos días, se avecina un hecho

significativo: La visita de “c/2022E3(ZTF)”,

tal el nombre del cometa, que pasó por última

vez hace cincuenta mil años.


No es poco, si tenemos suerte y el cielo

está despejado, se podrá observar a simple

vista.


Puede ser la última oportunidad, inclusive

la única: Se estima que su órbita abandonará

nuestro espacio galáctico en busca de nuevos

horizontes -si hubiera tal cosa en el espacio

cósmico-


El horizonte humano es insignificante

en relación a estos eventos, que son a su vez

insignificantes en relación a toda la actividad

del universo.


Pero es para agradecer: Muchas generaciones

anteriores y posteriores a las nuestras, habrán

pasado por la vida sin ver nunca ningún cometa.


¿Cuántas cosas pasan, vemos o hacemos

por última vez sin siquiera sospecharlo?

viernes, 6 de enero de 2023

Instrucciones para el movimiento vivo

 

(Amílcar Ámbanos)

 

La ejecución del movimiento vivo

requiere, en principio, la presencia

de algunos signos vitales; no todos:

algunos son irrelevantes.


Para el modo presencial, es necesario

además el control de algunos grupos

musculares. No todos: sólo los

demandados para el movimiento elegido;

el resto resulta irrelevante.


Luego, una cierta capacidad de concentración,

no demasiada: -el exceso es peligroso y la

concentración total es imposible- Sólo la

necesaria para reproducir el movimiento en

todos sus segmentos.


Vale repetir: El uso de las capacidades, dones

y poderes debe ser siempre parcial para una

experiencia saludable y beneficiosa.


No es necesario conocer y dominar

todas las funciones de un cuerpo

para obtener los frutos de un aprovechamiento

redituable:


No hace falta conocer las funciones

de los verbos copulativos, para ejecutar

en forma aceptable el movimiento copular.


Los movimientos copulares

son del orden instintivo, luego, tan dudosos

como los sentimientos copulares sospechosos.


No obedecen a una lógica racional, son

secuenciales, funcionales y pueden

acabar en cualquier parte.


Una concentración excesiva en la propuesta

instintiva y el movimiento repetitivo

como respuesta, nos hace indistinguibles

de otros animales:

 

Ellos son incapaces de distinguir

el movimiento vivo.


miércoles, 4 de enero de 2023

La verdad, sólo un camino

 

(Asensio Escalante)

 

Hay un pozo en medio del camino,

me informó un caminante avezado

al pasar, muy reconocido en el desierto

como un experto desertor.


Un pozo mal señalizado

que nadie reconoce, repleto de cuerpos

que cayeran en distracciones o descuidos.


Hay animales de distinto porte, conocidos

y desconocidos; ociosos, laboriosos y

amigables y hay semejantes de toda laya,

contribuyentes de diversa condición y

extracción social.


Hay de todo ahí: conviven pecadores

justos, sospechosos y terceros.


Todo cabe en esa cavidad pletórica y tan

discreta como para pasar desapercibida.


Cualquiera puede tener un mal día

y perder la vida en un descuido:


Hay una buena parte de vida pasando

desapercibida, no sólo aquí y ahora.


No se puede hablar de víctimas,

es sólo un pozo.


La vida es otro pozo:

no conviene profundizar, en el fondo

es un misterio que acaso nunca nos sea

revelado, o sólo cuando sea demasiado

tarde.


Hay que andar con cuidado, estar atento

y moverse con prudencia:


Existen altibajos, claroscuros y paisajes

que no son lo que parecen prometer.


Yo le creo al caminante, parece alguien

sensato y confiable. Los que no solemos

aventurarnos al camino debemos confiar

en quienes tienen alguna trayectoria.


Sus últimas palabras disiparon cualquier

temor infundado, trayéndome tranquilidad:


Es sólo un pozo en estado de reposo.

 

 

 


Para celebrar en condiciones normales

 

(Aparicio Custom)

 

La actividad nativa

ha vuelto a la normalidad.


Pasadas las celebraciones

impuestas por el calendario,

celebramos la vuelta a la normalidad.


Las fuerzas vivas junto a todas las

demás, vuelven a integrarse a sus

respectivas funciones, desarrollando

sus actividades con total normalidad.


Los paseadores de perros en ejercicio

activo vuelven a ganar las calles, parques

y plazas, algo menos transitadas por efecto

de las vacaciones:


Un número considerable de vecinos

de la ciudad, elige migrar hacia otras

playas en esta época.


Desarrolladores, consultores y otros

emprendedores retoman el servicio

activo, salvo aquellos que están en plan

de vacacionar.


Y salvo el recuperador urbano,

el único emprendedor que no descansa

nunca: sabe que el tiempo perdido no

se recupera.


No sabemos si celebra la vuelta a la

normalidad.



lunes, 2 de enero de 2023

El gen ajeno

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Este gen me condiciona

hasta cierto punto.


¿Qué hay de cierto?


En la génesis del desierto intervienen

factores concomitantes, algunos menos

relevantes: Hay mucha información

a recabar en el desierto (Hubo quien cavó

y encontró petroleo)


No sabemos mucho del desierto

ni de sus condiciones de producción,

pero en cambio sabemos que crece

y el crecimiento es una buena señal.


Este gen podría serme ajeno,

hay bastante material ajeno

que compartimos sin saberlo:


Podría ser un gen de jején,

por ejemplo, o de jengibre.


No hay mucha conciencia genética

en general; pero hay una conciencia

genérica que compartimos.


¿Cuántos genes genéricos portamos?


¿Estamos generando las respuestas que

nuestros genes necesitan?


No manejamos mucha información, pero

estamos bien posicionados en la carrera

genética: disponemos de recursos para

la alta competencia y la tecnología más

avanzada:


Somos la envidia de toda la biomasa.


Hay nuevos eventos de transgénesis listos

para conquistar los mercados y liderar las

nuevas tendencias.


¿Cuántos genes propios nos definen humanos?


23.000, no es poco. (La papa tiene más, pero

la cantidad no significa mucho; importa la calidad)


No estamos solos: Nuestros 23 mil no servirían

de nada sin los tres millones de genes solidarios

del microbioma que nos constituye.


Nuestra condición humana, tributa a esta

inmensa mayoría de bacilos y bacterias,

esenciales para nuestro metabolismo, el

sistema inmune y otras funciones vitales.


Necesitamos más genes ajenos que propios,

pero creemos en la propiedad como la

mayor creación humana.


 

 


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