(Amílcar Ámbanos)
Este gen me condiciona
hasta cierto punto.
¿Qué hay de cierto?
En la génesis del desierto intervienen
factores concomitantes, algunos menos
relevantes: Hay mucha información
a recabar en el desierto (Hubo quien cavó
y encontró petroleo)
No sabemos mucho del desierto
ni de sus condiciones de producción,
pero en cambio sabemos que crece
y el crecimiento es una buena señal.
Este gen podría serme ajeno,
hay bastante material ajeno
que compartimos sin saberlo:
Podría ser un gen de jején,
por ejemplo, o de jengibre.
No hay mucha conciencia genética
en general; pero hay una conciencia
genérica que compartimos.
¿Cuántos genes genéricos portamos?
¿Estamos generando las respuestas que
nuestros genes necesitan?
No manejamos mucha información, pero
estamos bien posicionados en la carrera
genética: disponemos de recursos para
la alta competencia y la tecnología más
avanzada:
Somos la envidia de toda la biomasa.
Hay nuevos eventos de transgénesis listos
para conquistar los mercados y liderar las
nuevas tendencias.
¿Cuántos genes propios nos definen humanos?
23.000, no es poco. (La papa tiene más, pero
la cantidad no significa mucho; importa la calidad)
No estamos solos: Nuestros 23 mil no servirían
de nada sin los tres millones de genes solidarios
del microbioma que nos constituye.
Nuestra condición humana, tributa a esta
inmensa mayoría de bacilos y bacterias,
esenciales para nuestro metabolismo, el
sistema inmune y otras funciones vitales.
Necesitamos más genes ajenos que propios,
pero creemos en la propiedad como la
mayor creación humana.
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