lunes, 13 de febrero de 2023

Anuncian lluvias intermitentes para siempre

 

(Aquino Lamas)

 

Llueve.

Todos esperábamos la lluvia,

o casi todos; generalizar siempre

es riesgoso: en otra parte, pueden

estar esperando que pare de llover.


Siempre hay otros que esperan otra

cosa. o casi siempre.


Siempre que llovió paró

por lo que sabemos

la lluvia es agua que se condensa

en la atmósfera y luego cae a

repetición.


Los ciclos se repiten, dando lugar

a una continuidad que percibimos

y aceptamos como natural.


Siempre que llovió paró,

solemos repetir, aplicando esta sentencia

cíclica de la sabiduría popular a diversos

ámbitos, con una convicción superior a

cualquier pronóstico.



II

Pero las verdades no suelen ser eternas,

ni aún las provenientes de la sabiduría

popular.


Alguna vez podría no parar de llover

y es posible que siguiéramos repitiendo

siempre que llovió paró.


Después de varios meses, surgirán algunas

explicaciones razonables:

el cambio climático, fenómenos naturales,

hay regiones donde es normal que llueva

la mitad del año, no es para alarmarse; hay

que esperar: Siempre que llovió paró.


Luego, habrá opiniones encontradas, a

favor y en contra de la lluvia:


Es una oportunidad, hay que extraerle

utilidad y aprovecharla como recurso

para agregarle valor y seguir creciendo.


No, es un contratiempo que posterga

la lluvia de inversiones que iba a llegar.


El agua vale más que el oro, seguirá

insistiendo algún trasnochado…



III

Más tarde, alguna mente sensata

cuestionará la validez de la frase acuñada

y repetida: No seamos necios, no podemos

seguir repitiendo eso; hay que cambiar algo.


Enseguida brotarán seguidores: los más

moderados propondrán un cambio menor,

que casi no se note, para que todo siga igual:


Casi siempre que llovió, paró.


Los suscriptores de un cambio radical, por

el contrario, opondrán su fórmula:


Hasta ahora, siempre que llovió paró, Ahora

no: Ahora es cuando.


Mientras que los escépticos crónicos, fieles

a su filosofía disolvente y decadente,

observarán con un dejo de ironía desde su

isla ontológica:


No tenemos la más puta idea de cuando va

a parar. Por ahora adherimos al paro indefinido

por tiempo indeterminado hasta que cambien

los tiempos y salga el sol. No hay mucho que

esperar, aunque nunca lo hubo:


No hay nada nuevo bajo la lluvia, quien quiera

nadar que nade, no presentaremos batalla

hasta después del mal tiempo.



Escolio:


La frase en cuestión, resulta absurda aunque

la lluvia pare y todo siga repitiéndose como

hasta ahora.


Lo prueba el solo hecho de que mantiene su

validez cuando se invierten los términos:


Siempre que paró volvió a llover,

tan irrefutable como la otra.


En conclusión: Hay que desconfiar de este

tipo de frases, como de la sabiduría popular

y de todo lo que se repite.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.