(Aquino Lamas)
Éste
puede ser el único momento propicio
del día para un destino útil.
Otra versión pensable: No tendría que
estar pensando ésto ahora, sino más bien
aprovechar este momento con un sentido
útil. Podría ser el único.
Son incontables las cosas que pueden
hacerse en un momento a otro,
basta con detenerse a pensar.
Si se piensa en frío, es incalculable
todo lo que se puede pensar
en un momento:
Yo tengo tantas ideas que no las puedo
contar; nadie me lo contó, pero seguro
que alguien más lo piensa o lo pensó:
Casi todo lo que pensamos ya fue pensado.
Las ideas pasan y son tantas…
¿Sería útil contarlas?
Lo dudo, ha de haber formas más útiles
de invertir el tiempo.
¿Hay otras versiones?
¿Se puede hacer otra cosa con el tiempo,
que invertirlo?
Otra versión pensable: No, no se puede:
el tiempo es inversión, sin otro significado
ni contenido, por encima de las magnitudes
que lo miden, o creemos.
Si se piensa en frío
todo es exceso,
y todos los destinos resuelven
en el tiempo.
Hay que ser mesurado al elegir
los pensamientos que merecen ser
desarrollados, con un sentido útil.
Y descartar todo lo excesivo, para acceder
a alguna utilidad más o menos verdadera,
aunque no dure.
Nada dura mucho más de unos
momentos, y hay que aprovecharlo:
Encontrar la utilidad última de un
momento cualesquiera dado, es
una aventura única.
Sólo es cuestión de atención:
el que se detiene pierde.
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