(Ricardo Mansoler)
Los muertos siempre tuvieron
las mejores voces, leía
a un poeta muerto.
No importa cuando murió,
no es literal; no se puede ser
muy literal en vida: hace unos
años, pongamos siete.
La música que solía escuchar
todavía existe, como esas voces
de poetas que pasaron a mejor vida.
No lo sabemos, nunca se sabrá
qué es lo mejor, o qué fue o podría
haberlo sido.
La poesía nunca pasa a mejor vida,
es siempre ajena a ese adjetivo;
tal vez a todos.
No conozco todos los adjetivos,
pero conozco unos cuantos poetas vivos
todavía; algunos muy buenos -aunque
los adjetivos son siempre opinables-
Algunos no ejercen, por falta de estímulos,
por la edad, por haber completado su obra
o porque no creen tener los lectores que
merecerían.
Hay quienes podrían hacerlo en condiciones
ventajosas, pero están sobrecalificados
para el ejercicio de la poesía
y descuentan que los muertos, siempre
tuvieron y tendrán las mejores voces.
Cuestión de esperar...
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