(Amílcar Ámbanos)
Oré, mi fe dudó
entre lo efímero y lo fúti.
Busqué la orientación precisa
para orar: Orar alivia el alma
y le encamina.
Sólo una fe, precisas para orar.
Hay muchas, y todas tienen
los feligreses que merecen.
En Oriente todos oran, pasan
horas orando; están orando
ahora.
Oran con pasión.
La pasión puede encaminarse
en diversa dirección: las hay
altas, bajas y dudosas; todas
abrazables y desarrollables.
Me inclino ante esta fe:
Al elevar una oración armada
el alma goza y se eleva
al aliviar el peso de la duda
entre lo efímero y lo fútil.
Se eleva hacia celestes armonías.
Yo oro, llorar es menos útil.
Oro por los que no conocen
la fe, ni el fuego de la pasión,
pura o impura.
Oro por los que dudan
o carecen:
No todo es lo que parece,
ni todo lo que no carece
de brillo es oro.
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