(Amílcar Ámbanos)
La honestidad es fundamental
en el arte, y también en la producción
de textura poética: Hay que ser sincero.
En otras cosas tal vez no sea necesario,
ni conveniente. Pero en el arte no se puede
andar con medias tintas, no nos engañemos.
Puede resultar por algún tiempo, pero
a la larga sólo perdura lo verdadero,
la creación que tributa a la honestidad
del autor, libre de recursos engañosos,
trampas y artilugios.
No hagas nada que otros pudieran
hacer mejor, me dictó la conciencia
y abandoné el poema, incipiente, que
ya empezaba a vacilar.
Fue una buena decisión.
No se puede ser más honesto,
reconocí con humildad: Nadie más
humilde que un poeta, averiguó Cocteau,
a lo que yo le agregaría: honesto….
(la honestidad siempre suma)
Sin duda, fue la mejor decisión para
el poema:
El poema depende de la calidad de
nuestras decisiones.
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