(Ermindo A. Renomé)
Se dispara la mora:
Según fuentes autorizadas, la
deuda global ha escalado a
valores inéditos, que nunca
conocimos.
No significa que sea para alarmarse:
Desde una visión desinteresada y
objetiva, es algo natural que junto a
la expansión y el crecimiento como
especie altamente organizada, se
incremente el volumen de la deuda.
La capacidad de tomar deuda, es un
claro rasgo evolutivo: No hay muchas
especies capaces de practicarlo.
Reconocernos deudores debería ser
otro motivo de orgullo. Además, es
un acto de fe: significa que alguien más
cree en nosotros, en nuestra capacidad
de pago.
La fe depositada por el acreedor, merece
ser retribuída con creces. El cobro de
intereses es para celebrar como un
sacramento:
Gozamos del sentido fiduciario,
y lo debemos a la palabra, sin duda una
de nuestras mayores conquistas.
Sin ella, no habría ninguna forma de fe
que cultivar y seguiríamos sometidos a
la ley de la selva, sin respeto por el
prójimo y viviendo como caníbales,
esos lejanos ancestros.
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