(Nicasio Uranio)
Escribí un poema de un tirón.
Después lo leí, después lo tiré,
consecutivamente:
No tenía ningún valor, salvo ése
si lo fuera.
¿Se lo puede llamar valor?
Sí, se puede. Yo no no sé mucho
de valores; tengo una noción,
como todo el mundo, y observo
que cada uno hace un uso particular
y le da un significado personal.
Luego, según las circunstancias
propias y las distintas condiciones,
va evaluando y desarrolla, a su modo
unas valoraciones nunca definitivas.
Es laxo el significado de valor,
y el contenido cambiante y difuso.
Aunque se reconoce necesario
para el intercambio de valores, donde
cada uno procura hacer una diferencia.
Si bien no existe un valor universal
excluyente, que permanezca estable,
hay cosas que todos valoramos, en
alguna medida.
Medida y valor son casi lo mismo:
dos caras de la misma moneda,
no existe una sin la otra.
Si no midiéramos, no conoceríamos
ningún valor, falso o verdadero:
Viviríamos sin valores y la vida
no tendría ningún valor, más o menos
como el poema escrito de un tirón
que tuve que tirar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario