(Hildebrando Sábilo)
Ante la sombra imberbe del gusano
no correspondido, cualquier medida
es desproporcionada para el hombre
medio y el hombre de la calle.
Algunos callan para siempre, otros
hablan para no callar, esperando
una correspondencia proporcional.
Nadie llega nunca para quedarse,
oí decir a un hombre de palabra.
Dijo algo más, también, que no recuerdo
y partió con su sombra agusanada.
No volví a verlo, su rastro se perdió
como se pierde todo, entre la sombra
de gusanos púberes e impúberes
que no se corresponden.
Quedaron sus palabras, como víveres
sanos, amables y dispuestos
en vísperas del próximo gusano.

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