(Isnaldo Montalbán)
Entre los cuerpos colegiados
están los cuerpos cavernosos.
Allá ellos: Yo elijo creer
mientras elongo, como buen
miembro.
Un cuerpo aislado y solo
no puede esperar mucho
del futuro, aunque le sobren
voluntad y otros recursos.
Todos los cuerpos compuestos
de otros cuerpos, terminan
en la descomposición, más allá
del número de miembros.
Ahora bien, la concurrencia
de los cuerpos, voluntaria o no,
tiene efectos positivos y negativos.
Allá ellos: Yo elijo creer
en la unidad que se incorpora
desde esa voluntad voluminosa.
Hay mucho por aspirar, aunque
mantengamos diferencias
en la forma y en el fondo.
Pero sin esta comunión seríamos
sólo una expresión imprecisa,
cada uno en su nicho de confort
o en su caverna.

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