(Serafín Cuesta)
Quien lee para otros, pocos o más,
no lee para ninguno:
En realidad, lee para sí mismo
(que es como debe leerse un poema)
lo que resulta tedioso para los que
no leen, tanto como para el poema
que no puede hacer nada.
(Los poemas nunca pudieron hacer
nada, en ese sentido)
Hay que saber leer un poema de otro
sin que se convierta en una interpretación
personal (que no sería otra cosa que leerse
a sí mismo)
Yo no sé, acaso ni el propio autor
sepa cuál es la lectura correcta
de su poema: Él sólo se redujo
a escribirlo, haciendo posibles
todas las lecturas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario