(Aparicio Custom)
Hay una conspiración en marcha
ahora.
Pero no es la única:
Todos conspiramos en algún sentido,
hay cientos y voluntad no falta.
La actividad conspirativa es parte
de la realidad a la que tributamos
y servimos como contribuyentes,
con o sin conciencia.
No es algo evitable, ni erradicable,
la conspiración está en nuestras raíces
más profundas: Todos nuestros estados
y naciones proceden de conspiraciones
exitosas. Las otras fracasaron.
La vocación de conspirar, siempre nos
acompañó en nuestro desarrollo social,
individual, biológico y ontológico.
No se conoce el desarrollo conspiracional
en otras especies animales, por lo que se
puede afirmar que la conspiración nos ha
hecho más humanos, y lo sigue haciendo.
II
Hay muchas formas de conspirar, no hace
falta ser muy consciente:
La falta de conciencia sirve muy bien al
desarrollo del capital conspirativo.
Aunque es mejor hacerlo a conciencia:
Podemos conspirar por causas justas, nobles
o dudosas. No importa mucho:
Si está bien tramada y liderada logrará su
cometido, y alcanzado el éxito, las peores causas
se convierten en valores elevados, incuestionables
que habrá que defender de los conspiradores.
La principal causa de fracaso de un emprendimiento
conspirativo, radica en las malas decisiones. Por eso,
antes que toda cuestión de índole emotiva, importa
disponer de una dirección confiable.
Si vas a conspirar, asegurate de no ser el único
y procurá rodearte de personal capacitado: La
soledad es mala compañera para el ejercicio
de una conspiración sustentable.
El conspirador autónomo y autosuficiente
no suele obtener buenos resultados.
Hay cómplices disponibles pata toda causa
conspirable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario