(Nicasio Uranio)
No deseo traducir esta página.
No, tampoco lo deseaba antes
de leerla, y creo que ni antes
de escribirla.
No desear algo, no significa
que se desee lo contrario:
Acaso introducirse en una traducción
ocasional pudiera despertar algún
deseo no conocido. Nadie conoce
todos los deseos.
No deseo traducir esta página, aunque
reconozco que una buena traducción
podría mejorarla. Pero no lo deseo:
Tengo sueño en realidad, lo que no
significa que desee dormir: el deseo
no es sólo necesidad.
Al dormir, uno se expone a toda clase
de sueños, incluyendo a los indeseables.
Luego, ellos puedes ser objeto de una
o más interpretaciones; puede haber
muchas otras.
Las interpretaciones son traducciones,
no sabemos cuál es la correcta, ni la
mejor.
Hay que considerar el deseo del traductor
tanto como el del autor que aceptó ser
traducido sin saber bien por qué, ni cuál
sería el resultado.
Se sabe que siempre se pierde algo del
original, y que los sueños se arman con
residuos que deja el deseo, bien o mal
tramitado.
Algunos deseos parecen intraducibles
a la lengua madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario