(Asensio Escalante)
Una sola palabra, un cambio
de palabras puede cambiarlo
todo.
Menos que una palabra, sólo
un verbo remplazado, cambia
el sentido del poema.
No sé si todas las palabras son
fácilmente reemplazables, o sólo
los verbos:
El verbo tiene una función que
le es propia y específica, como
otras palabras:
Hay funciones reemplazables, e
incluso reemplazos ventajosos.
Aunque no sé si son todas tan
reemplazables como las palabras:
Las hay con más de una función,
como sentido, que es verbo y a la
vez sustantivo.
Hay palabras que tienen más funciones
que sentidos, decía Valéry, que no sólo
era un poeta, sino un notable ensayista,
un pensador irreemplazable, como otros.
La palabra pensador suena un poco
anacrónica; hoy no se habla, casi de
pensadores: es un concepto muy amplio,
y por lo tanto vago, que contradice la
propensión a la concentración vigente.
Mucho menos se oye hablar
del librepensador, acaso una especie
extinta. Aunque no podemos dejar de
pensar que se sigue pensando, tal vez
menos; sospechamos que a niveles
tolerables.
Pero no es lo mismo un poeta que un
pensador, no son términos equivalentes
y reemplazables. Aunque es sabido que
los poemas son tributarios de esa función,
si bien hay poetas que piensan más que
otros, o lo hacen de otro modo.
Nos hacen pensar que no se puede leer
todo del mismo modo: Hay textos cuya
profundidad requiere más de dos lecturas:
Es preciso volver sobre ellos, o rechazarlos
sin miramientos. Hay poemas que nos dejan
pensando, y no siempre es eso lo deseado.
De todos modos, los poemas son objetos
reemplazables y podemos elegir leerlos o
no. a sabiendas que siempre los hay mejores.
Hay quienes piensan de la obra de Valéry
que lo mejor no son sus poemas, sino sus
ensayos. Entienden que como poeta es más
remplazable.
Es posible, nadie tiene la última palabra
y por eso seguimos escribiendo, aún cuando
sabemos que lo que hacemos es perfectamente
reemplazable o sustituíble, o prescindible.
A veces, uno cambia el modo de pensar
en función del tiempo, y entonces cambian
algunos valores.
Hay palabras que tienen más sentidos
que funciones: Puede que sea ése el
enunciado correcto del poeta. Ahora dudo,
tendría que volver a la fuente, aunque ambas
formas tienen su sentido.
Cada uno puede adoptarla según su necesidad
y reemplazar en un sentido u otro.
Uno también cambia, yo cambié ese verbo
en el poema, y el remplazo funcionó: Ahora
cobró otro sentido (reemplazable, como todos)
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