(Florencio Cusenier)
Desde que se fue
nunca más volvió.
Es triste, tal vez no vuelva
nunca; Hasta ahora, nunca
volvió desde que se fue.
Se había ido ya otras veces,
pero siempre volvía. Es triste
pensar que tal vez no vuelva.
Y más triste , volver a pensarlo
¿Para qué? ¿Qué se gana?
Hay que encontrarle la vuelta
y buscarle el lado bueno:
No hay mal que por bien no venga.
Al menos, ahora no puede volver a
irse, a no ser que vuelva. Entonces
sí, si volviera a irse, eso sería todavía
peor porque sería una repetición no
deseada, y penosa.
Hay cosas que no quisiéramos repetir,
es como revolver la pena, remover y
ahondar la herida, que se vuelve más
triste y profunda.
Desde un enfoque positivo, tendría
que estar tranquilo: Saber que no puede
volver a irse, ya es un alivio; al menos
significa una condición estable.
Salvo que vuelva, y que vuelva con
la intención de irse. La verdad, no creo
que vuelva, eso me deja mas tranquilo.
Aunque no sé, todo vuelve, dicen...
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