lunes, 31 de octubre de 2022

Formaciones especiales

 

(Aparicio Custom)

 

Con una formación dudosa

se puede hacer cualquier cosa,

me dijo un sexagenario

mejor informado que conservado.


Ostentaba un pasado voluminoso

y un currículum frondoso:


Supo tallar como perfoverificador

independiente y acumular experiencia

en distintos rubros, siguiendo las

corrientes.


Es más lo que hice que lo que no hice,

pero no hice gran cosa: no tengo casi

nada; me mantengo en pie, lo que no

es poco.


Podría haberme retirado, pero sigo activo

aunque solo frecuento actividades dudosas,

me confiesa sin falso orgullo.

 

II

Ahora clava clavos en el agua,

para despuntar la vocación de perforar

y obturar el ocio sin caer en el vicio.


Otros aspiran a perforar el mar

llenándose la boca con recursos naturales.


La cavidad oral es pródiga en recursos

renovables: sabe llenarse y vaciarse

con distintos materiales, puede admitir

y emitir cualquier cosa en forma exitosa.


La vida es más bien cóncava,

con o sin vocación: la vocación es un

espacio abierto y cóncavo donde todo

cabe, hasta los desperdicios.


(No la desperdicies, te diría. Pero no

suelo dar consejos ni hablar con la boca

llena)


La vida es más bien cóncava,

y todo es penetrable si hay voluntad

y suficiente estímulo.


La formación no es excluyente, ni la

edad, para ningún mortal: Sólo hay que

estar informado y mantenerse en forma.


El tamaño no importa, ni el futuro:

alcanza con saber que es cóncavo.


El arte y sus aplicaciones

 

(Senecio Loserman)

 

El poema no pudo ser subsanado

por ahora, pero hay otras

opciones disponibles, señora.


Hay cientos de sentidos dando vueltas

y contamos con las herramientas

adecuadas para reperfilar y agregar

valor a cualquier cosa, generando

empatía hacia cuerpos, objetos, sujetos

simples y compuestos de toda calaña.


Lo importante es saber comunicar,

tocar las notas justas, apelando a los

intereses más profundos que yacen

por debajo de la conciencia, gestionando

las cargas emotivas con inteligencia.


Claro que, para poder agregar valor,

tiene que haber alguno: No hacemos

milagros, somos una aplicación seria

y responsable.


II

La producción de sentido no puede

detenerse, aunque la evolución sí, no

sabemos cuando (algunos aseguran

que ese evento ya tuvo lugar)


No es para inquietarse, señora.

Lo importante es circular, el movimiento

es constitutivo de la vida: No sabemos

qué es la vida, pero conocemos todas las

funciones vitales; es más que suficiente

para circular con normalidad.


El movimiento circular es pródigo

en oportunidades, estamos en condiciones

de reiterar.


Con el aporte de la neurociencia cognitiva,

el pensamiento positivo, las técnicas de

autosuperación y la inteligencia artificial

aplicada al desarrollo del liderazgo empático,

hemos diseñado un avanzado programa

para las buenas prácticas poéticas.


III

El poema no pudo ser subsanado ni

rescatado: es probable que no lo mereciera.


Vuelva a intentarlo más tarde:

Nunca es tarde.

No piense en el fracaso,

en cualquier caso, escribir libera endorfinas.

La liberación es una causa justa.


No busque la palabra justa, no existe

tal cosa, pero cultivar la resiliencia

ofrece resultados más que interesantes.


No se resigne, sólo nos mueven intereses;

éstos son inseparables del sujeto poético

y cualquier otro. No lo olvide:


El arte está siempre en otra parte.


domingo, 30 de octubre de 2022

Poliamor

 

(Amílcar Ámbanos)


Había parado de llover, ya anochecía

cuando salí al jardín. El viento había volteado

algunas plantas pero ahora estaba calmo, ya

parecía haber pasado todo.


Al llegar al fondo, levanté las ramas caídas con

la tormenta y tuve un diálogo con una señora

que, al otro lado del jardín se ocupaba en recoger

las alimañas que brotan con la lluvia, en una bolsa

que portaba.


No estaba seguro de conocerla, pero los vecinos

siempre cambian. Aunque esa casa, hacía tiempo

que estaba deshabitada: su último morador había

sido un viejo que murió hace años y dejó solo a

su gato, también viejo y enfermo, que vino a morir

con nosotros.


El diálogo fue cordial, mi atención estaba en esa

bolsa, donde se mezclaban hacinados toda clase de

bichos: desde pequeños insectos, coleópteros,

artrópodos, arácnidos, anélidos, ciempiés, babosas

y otros que no alcanzaba a clasificar ni discernir.


Me explicó que con todo ese material hacía un

preparado que servía para abonar la tierra.


No sé cómo, pero en el curso de la conversación

amigable que entablamos, gané su confianza y

conseguí que me entregara su botín: la bolsa que

contenía la biodiversidad de toda esa fauna

pletórica, pegajosa y burbujeante.


Sin entender por qué había procedido así, me

encontré con otro problema:


¿Qué hacer ahora con esa bolsa llena de vida?


Algo había que hacer, y el único que podía hacerlo

era yo. Me habrá llevado un tiempo decidirlo; no

soy un decidido y mis decisiones son de tránsito

lento.


En casa me conminaron: Hacé lo que quieras, pero

eso acá, no. Ya tenemos suficientes alimañas, ni se

te ocurra soltar ese bicherío en el jardín.


Más tarde, tal vez luego de descartar otras opciones,

me encontré en la calle, tranquilo, como cualquier

transeúnte con bolsa, buscándole un destino razonable

a la mía.


La calle, es sabido, está llena de sorpresas  -como

una caja de Pandora-   Me crucé con una novia mía;

celebramos el encuentro casual y la acompañé a su

trabajo, no muy lejos.


En el camino, encontraría un destino para toda esa

vida residual que se agitaba bajo mi mano.


(Ella ni me preguntó por la bolsa)

sábado, 29 de octubre de 2022

Lluvia de inversores en el horizonte

 

(Aparicio Custom)

 

Invertí el horizonte, fue sencillo

y al plegarlo

cayó una lluvia de metáforas

servidas


¿Qué es la vida, sin un horizonte?


Le pregunté a un vecino ocasional

que descendía de su metáfora:


El horizonte nunca es el mismo,

depende del observador, puede 

servir como referencia o metáfora:


La ilusión necesita metáforas

para sobrevivir, no sé mucho más,

acabo de llegar; pero las ilusiones

son algo necesario para la vida

de las metáforas, usuarios, observadores

e inversores de distinta calaña, me dijo

un observador imaginario calificado.


Tal vez la vida no sea más que una ilusión;

mientras dura, armamos metáforas

que tributan a algún horizonte: hay muchos,

o ninguno. Es indiferente para la lluvia.


Ahora me tengo que ocupar de mi,

espero no haberle sido útil.

Nadie espera eso de un vecino, ni de su metáfora.


II

Volví a desplegar mi horizonte

vacío de metáforas. Siempre que llovió paró,

verifiqué frente a mi horizonte renovado y

alivianado, con la misma fe ya desprovista

de pasión:


Las pasiones pasan como las dudas, los vecinos

y sus metáforas.


Conclusión: el horizonte existe y es perfecto,

como tu percepción y la fe en percepciones.


Las metáforas fuera de servicio languidecen

sin recobrar la altura devengada en sentido

inverso.


Luego, el apego al horizonte puede conservarse

bastante bien durante un tiempo, como la fe.


Pero la gravedad es más fuerte:

Mejor no invertir en metáforas

-hay muchas más que dudosas- 


Ante la duda

es mejor no invertir.



viernes, 28 de octubre de 2022

Saber jugar

 

(Ricardo Mansoler)

 

Se aprende más jugando solo

que conjugando el verbo aprender

con otros aprendices


Por lo regular, nadie aprende lo que

no quiere. La voluntad no se educa,

se dispone: como el deseo de jugar.

El aprendizaje es parte del juego


Nadie sabe lo que quiere, pero todos

los juegos se aprenden jugando,

viendo jugar, copiando e imitando:

repitiendo


Se aprende más jugando solo

que conjugando con otros el verbo

aprender u otros más regulares



II

Por lo regular, nadie aprende lo que

no quiere. El juego es una forma de

incorporar conocimiento, tal vez la

mejor, quién sabe


Hay muchos juegos que se pueden

jugar solo, sin necesidad de un

contrincante, un adversario o un

enemigo: Hay que aprender


Siempre hay mejores y peores

jugadores: dioses hay uno como

mucho y las comparaciones siempre

son odiosas



III

A veces, el que no sabe no se anima

a entrar en juego por temor al ridículo

Nadie sabe lo que quiere, pero todos

sabemos que nadie quiere ser ridículo


Quien participa de un juego solitario

no teme al ridículo, es más solidario.

Y a fuerza de jugarse en esa práctica

y entablar su repetición unimembre,

va aprendiendo


Se aprende más jugando solo

que conjugando con otros

un verbo regular mal aprendido.


Hay niveles, pero en un punto

todos somos aprendices:


Nadie nace sabiendo nada

ni muere sabiendo mucho más


Lo poco que aprendí lo aprendí

solo, decía un jugador reconocido:

jugando y jugando y aprendiendo,

con los vicios del que aprende

solo.



jueves, 27 de octubre de 2022

Necesidad excesiva y enunciado

 

(Aquino Lamas)

 

No me permito repetir

más que una sección de este enunciado.


El resto no me permito repetir:


No me permito más que una repetición

parcial.


No me permito sino una parte

de lo que puede repetirse.


Repito:


No es necesario repetir todo el enunciado,

basta que se repita una parte,

la necesaria.


El resto sería ocioso:

un exceso de enunciado.


No se puede permitir, hay suficientes

excesos y seguimos cometiendo,

incurriendo y repitiendo.


No permitas los excesos enunciados

ni otros que puedan asociarse.

Denuncialos:  al menos una parte

 

(su capacidad de asociación puede

resultar excesiva)


martes, 25 de octubre de 2022

Viejo frac

 

(Carlos Inquilino)

 

Mi frac fracasó, yo no.

No es nuevo, suele pasar,

no es raro: casi nadie estrena

un frac; es más común alquilarlo.


La compra no es una buena inversión

¿Cuántas veces puede usarse?


Nadie anda por la vida de frac,

sería ridículo.

Nadie quiere ser ridículo, ni parecer,

ni hacerlo ¿Quién se manda a hacer

un frac?


Yo no conozco a nadie:

¿Para qué, pudiéndolo alquilar?

No sólo no justifica la inversión

sino que ocupa un lugar inútil

en el ropero.


Bueno, todos solemos guardar cosas

inútiles en el ropero, pero ¿un frac?

¿Y si se apolilla?

Bueno, igual no sirve para nada…

¿Cuántas veces puede necesitar un

frac alguien sensato?


Y en tal caso se vuelve a alquilar,

aunque se pueda volver a fracasar:

Quién sabe por cuantos cuerpos pasó

ese frac engañoso…


Ninguno es de primera mano, no hay

que ilusionarse: es lo que hay.


Hay tantas cosas para alquilar…

Casi todo es alquilable, no hace falta

hilar muy fino. Puede funcionar o

fracasar, pero la práctica del alquiler

está muy difundida, es algo natural:

hasta vientres se alquilan.

 

(Todo lo pensable es también alquilable,

decía un filósofo a sueldo)


Hay más inquilinos que otra cosa,

es como para alquilar balcones:

una ilusión, uno se ilusiona al alquilar:

la ilusión de disfrutar de un lugar que

no le pertenece, mientras progresa y

alimenta la ilusión de dejar de alquilar,

pasar del otro lado y hasta tener algo

propio que alquilar a otros.


En un sentido, todos somos locadores

o locatarios, inquilinos y propietarios

nos estamos alquilando, en un sentido

u otro; a veces renovamos la ilusión,

otras no:


Al fracaso hay que asumirlo

y seguir participando, o quedar fuera

de juego: en orsai.


No es nuevo el juego,

no hay muchos juegos nuevos:

es lo que hay.


Fracasó mi frac, yo no

(un frac que ni siquiera era mío)


lunes, 24 de octubre de 2022

Vías de extinción

 

(Germán Singerman)

 

Hablo yo y pasa un tranvía.

Ya pasó, no importa,

no era importante,

nunca tuve algo importante para

decir, por eso escribo, respetando

los silencios, que son lo más

importante de la música.


¿Qué dice el tranvía?


Debe haber un error:

el tranvía es silencioso,

no supo hacerse oír

y por eso no pudo competir.


Es lento, silencioso y monótono,

siempre en la misma vía, reproduciendo

el mismo circuito sin margen de error,

casi nunca un accidente, salvo aquel que

cayó al río, vaya a saber por qué.


Nadie confronta en silencio.

Nos aburrió tanta monotonía. Encima,

iba por el medio, entorpeciendo el tráfico.


Como si fuera poco, era económico

y no emitía nada, ni un modesto gas

contaminante.


Un viaje desprovisto de aventura

no podía ir muy lejos: Sin emoción,

no tenía sentido seguir esperando el

tranvía.


Hay que mirar para adelante

y adaptarse a lo que viene,

que siempre puede ser más interesante,

o no; es un misterio que emociona:


No hay mucho que pensar,

no hay mucho que decir:

Lo importante es competir.


La palabra es un buen recurso para competir;

podemos competir a ver quien sabe más

palabras o quien tiene la más larga.


Hablo yo y pasa un drone.



Avión a chorro

 

(Germán Singerman)

 

Hoy pasó un avión,

mi novia no lo vió:

pasó muy rápido; no

hubo tiempo de ennoviarse

y menos de buscar novia.


Era un avión a chorro,

de los de antes.

Dejó una estela que quedó

chorreando una cadena de

pensamientos vanos como

éste.


Antes era todo más simple,

no hacía falta bajar ninguna aplicación

para conseguir novia, o novio

(novies no había)


Nos asombraba el paso del

Zepelin o la aventura de ver

a otros viajar en globos

aerostáticos.


Las imágnes perduraban

y ahorraban explicaciones:


Un avión a chorro lo dice todo.

Es evidente que el chorro es más

preciso que cualquier significante:

 

emisión y propulsión se unen

produciendo esa velocidad desmesurada

que sacude los cielos en su estruendo,


Ninguna novia o novio se preguntaba

qué era la barrera del sonido.

Ningún guardaberreras se lo preguntaba

a su novia o lo inverso.


Nadie se preguntaba, era un avión a chorro

y punto.


En el cielo pasan cosas asombrosas, aunque

no siempre las veamos.


Algunas las vemos pasar, como las

estaciones, las oportunidades y los

pasatiempos.


Era natural que pasaran estas cosas,

casi todo lo que pasaba parecía natural,

tanto como que cualquier hijo de vecino

remontara un barrilete o bien, saliera

en noviembre a buscar novia en edad de

merecer.


domingo, 23 de octubre de 2022

La evolución frugal

 

(Horacio Ruminal)

 

Hay frutos esperados e inesperados.

Hay frutos banales, exóticos, brillantes,

espinosos, dudosos, astringentes,

pegajosos, depurativos, fibrosos,

mucilaginosos, pringosos, demasiado

ácidos, obscuros, prohibidos y desconocidos

(entre éstos, no hay ninguno prohibido

todavía)

 

Cada uno tiene sus propiedades,

a diferencia de nosotros, que podemos

no tener ninguna.

 

Hay frutos comestibles, fumables, exprimibles,

disecables, descartables, procesables, opinables

o punibles.



Hay distintas formas de acceder a sus propiedades

y disfrutar sus beneficios.


Hay distintas formas de disfrutar,

al presente contamos cada vez con más opciones,

objetos y productos que responden a la necesidad

de disfrutar:


La necesidad evoluciona, se reproduce

y produce nuevos frutos.


Sabemos que alguna vez, en los primeros

segmentos de nuestra breve historia,

nuestros ancestros antropoides eran recolectores:

se alimentaban de lo que había: frutos, hojas y

raíces eran todo lo que conocían.


Tampoco había mucho para disfrutar; casi todo su

tiempo se consumía en la autodefensa, en buscar

alimento y en masticarlo.


Hoy no sería posible vivir de la recolección:

somos muchos, y estaríamos aglomerándonos

a la espera de la madurez de los frutos, para

luego disputarlos con una violencia impropia

de criaturas civilizadas. En síntesis, apostar

a la recolección sería infructuoso, además de

innecesario:


La evolución, proveyó los recursos

para producir conocimiento, desarrollar

las herramientas adecuadas para apropiarse

de todo lo vivo, invertir y disfrutar

del goce de la propiedad y

de las propiedades de la inversión.


viernes, 21 de octubre de 2022

Talonario

 

(Onario Untal)

 

Un talonario vacío

me interpela a pocos centímetros

de mi mano.


Un talonario no es una

unidad sellada como yo,


que al observarlo en función

extraigo pensamientos peregrinos

que no están en otra parte

ni en el aire, ni en el propio

talonario.


¿Hasta qué punto puedo afirmar

y asumir que está vacío?


No tengo una receta que justifique

lo que digo, o hago suponiendo

que es real ese vacío.


El vacío es buen conductor

de aspiraciones y emisiones

de distinto signo: no percibimos

el movimiento interno, pero el papel,

la celulosa, son células, moléculas

y átomos cargados de energía que

circula ahí dentro del vacío.


Una vez entablada la circulación

es posible asociar:


Hay más talonarios que recetas,

y más recetados que recetantes,

más subordinados que subordinadores

(podría seguir asociando y agregando

otras oraciones subordinadas)


Un talonario en blanco no es más

que eso: 80 hojas lisas,


80 cuerpos idénticos, apretados a sí

mismos, dando forma a otro cuerpo

de volumen superior que contiene

todo ese volumen de vacío.


También el vacío, y los cuerpos

dan lugar a la especulación:


Unos ochenta poemas

yacen en ese talonario,

a escribirse hasta completar

otro vacío.


Por último, un talonario total

o parcialmente vacío, sigue

siendo un buen combustible.



Génesis del Verbo Divino

 

(Esther Miño) 


Descendemos del odio,

antes que Dios creara el Verbo

y lo echara a andar, ya poseíamos

el odio primordial.


Él lo observó desde su altura

insondable, y vio que era bueno:

funcionaba, pero podía ser mejor y

 aumentar su rendimiento.


Entonces creó en un santiamén

las palabras necesarias, para

encauzarlo en todas direcciones

y sentidos e incrementar su

utilidad.


Emitió, a la vez, los excesos verbales

junto a los términos irreproducibles

para que todos tuviéramos acceso

al desarrollo de este sentimiento tan

humano como el arte, y pudiéramos

tramitarlo con éxito.

 

Hoy sabemos que todo se puede optimizar 

para aumentar el rendimiento, incluso el odio.

 

Y que optimizar es el verbo divino por antonomasia.

jueves, 20 de octubre de 2022

Relaciones tóxicas

 

(Amílcar Ámbanos)

        

                             El miedo a la soledad es una

                      traición a uno mismo (Cioran)


 

La soledad es tóxica,

tener con quien hablar es

un error: creer que hablar

con alguien es lo opuesto

a la soledad, puede ser un

engaño.


El autoengaño, es un recurso

renovable, no nos engañemos:


Hay quienes hablan con facilidad

con todo el mundo todo el tiempo

y no dejan de estar solos.


Por el contrario, he oído decir

a un poeta reconocido: La soledad

es lo mejor que me pasó en la vida.


Hay un discurso para cada necesidad;

tenemos todos los que necesitamos

y vamos por más.


Hablar es negociar, podemos prescindir

de la palabra, pero no del comercio,

esencia metabólica de cualquier sujeto

hablante, silente o vacilante.


¿Cómo detectar el auténtico discurso

patológico?


Fácil: sin lenguaje no hay patología.

 

II

La soledad es tóxica,

pero se puede compartir (evitando,

en lo posible, al interlocutor tóxico)

 

Dejá de intoxicarte con tu propio

monóxido, abandoná el monólogo

nocivo y disfrutá la emoción de

compartir tus emisiones tóxicas:

El intercambio enriquece.

 

III

Hay plantas que no florecen nunca,

se reproducen por esporas.


Hay una que florece una sola vez

en su vida, durante un año, después

de cien.


Luego muere por autocombustión

¿muere intoxicada?

 



martes, 18 de octubre de 2022

Merienda animal

 

(Ricardo Mansoler)

 

No me rendí:

merendé solo

velando los detalles

que la muerte oculta,

salvo al animal desconocido.


No me rendí,

merendé solo

entre las risas ocultas y veladas

de las ratas y la muerte minuciosa.


No estamos solos, nadie se rindió:

-me arengué merendando-

 

hay más animales desconocidos

de lo que cualquiera puede

sospechar, sospecho.


Riéndome sin causa

ahora meriendo mirando el paraíso

mecido por el viento,

tan natural y artificial como

cualquier animal desconocido.


¿Meriendo o merendé?


No es muy distinto

para la muerte y sus paraísos parasitarios.

No puedo ser más preciso:


la precisión tiene un precio

como la vida un costo


No me rendí

merendé solo velando los detalles

que la muerte oculta, minuciosa

como animal desconocido.


domingo, 16 de octubre de 2022

Avatares

 

(Orlando Doorland)

 

Perdí mi avatar

entre las mieses y las musas

y sus juegos de artificio.


Ahora actúo de oficio,

no sé cuando ni como se perdió,

vestía de civil: la última vez

llevaba ropa de trabajo.


Es difícil que pueda ir muy lejos

¿qué haría sin mi?


Los avatares van y vienen

como los sacramentos y las dudas;

saben distinguir fuego amigo y

enemigo, conocen su trabajo.

No le sacan el cuerpo a nadie.


Es duro ser avatar, hay que reconocer

(hoy cualquiera espera ser reconocido

por cualquier cosa)


El mío es suculento, deseoso y

melindroso, algo entrado en carnes

pero ágil y dispuesto: Cumple su

función artificial con rigor atávico.


Los avatares van y vienen

como el hábito y el monje;

entran y salen del juego sin

perder identidad, aunque se

escondan o se alejen, como

los dioses que no encarnan.


Ya volverá ¿Quién alojaría

a un avatar ajeno?


viernes, 14 de octubre de 2022

Vamos a tener que dejar acá

 

(Aquino Lamas)

 

Era de dejarme estar,

pero nunca dejé de estar

atento a otras realidades

y observar el paso de las oportunidades

y sus condiciones.


En condiciones normales

la realidad suele ser idéntica

a la intensidad del movimiento

de los cuerpos en ejercicio.


El ejercicio de observar, es más complejo

que el de reproducir. El observador debe

distinguir la calidad de los estímulos en

circulación, diferenciar lo real de lo engañoso,

lo verdadero de lo apócrifo; lo útil de lo

imaginario.


La realidad es dinámica, puede resultar

inhóspita e incómoda pero simétrica

en función sintáctica.



II

Era de dejarme estar,

nunca dejé de estar abierto a todo,

nunca abandoné: sigo estando ahí. 


La realidad es cambiante, puede saber

monótona o intensa, tediosa o burbujeante.

Según la burbuja desde donde se la mire.


(Una vez escribí un poema confesional

y fracasó: No por mi, sino porque no tenía

nada que confesar que lo justificara.


Un poema es como la vida: No sabemos

hasta dónde es real, ni sabemos qué es

pero hay que justificarlo)



III

Era de dejarme estar

pero nunca dejé de estar,

confieso:


como el poema que fracasó,

pero todavía está, abandonado

en algún lugar de la realidad.




jueves, 13 de octubre de 2022

Una agenda abierta

 

(Aparicio Custom) 


Ahora vengo,

me dije y lo agendé

pensando a futuro

(el pasado ya lo tenemos)

desde un gerundio funcional

tomado al azar  (recomiendo éste)


A nadie le interesa lo que le

pasa al otro, y menos lo que

le pasó en el pasado.


Cuando se tiene más pasado que

futuro, hay que cobrar conciencia

para capitalizar ese pasivo, disponer

intereses devengados y aprovechar

este segmento residual

con un sentido útil y preciso.


A saber: lo que era útil ayer,

puede no serlo hoy (mañana no

se sabe)

 

 

II

Ahora vengo,

me dije y lo agendé

para tener futuro:


Una agenda es una apuesta a futuro

(una agenda cargada, es un arma)


Una agenda abierta es un arma

cargada de futuro, amén de una

metáfora recurrente que excede

toda pretensión poética.


La repetición es un arma, como el

conocimiento. Conocer las armas

que manejamos brinda seguridad

de cara al futuro, que es siempre

incierto.


La repetición es un arma,

volví a agendarme ante la mirada

atónita del gendarme.


Podría haber actuado de oficio,

pero no sé actuar y nunca tuve

ningún oficio oficial.


Volví a mi agenda, a descargar

las novedades con vistas al futuro:


Sin novedad, me apuntó el gendarme

que custodia mi agenda (Hay que

asegurar la privacidad de los efectos

personales que son parte de nuestra

intimidad inapropiable)

 

III

Ahora vengo, agregué para no repetirme.

No sé si la venganza es el placer de los

dioses, dios sabrá.


Y sin ánimo de venganza, procedí a

devengar los intereses acumulados,

para luego retomar mi agenda con

normalidad.


martes, 11 de octubre de 2022

El poeta profano

 

(Orlando Doorland)

 

Iba a profanar el cuerpo

del poema, pero algo me detuvo

y vacilé a tiempo.


Hay un tiempo para vacilar,

luego es puro exceso.


Los cuerpos poseen una capacidad

acotada; excederla nos mueve a

vacilar en la incertidumbre.


Todo cuerpo es sospechoso

en tanto no defina su sentido

y sus límites vigentes.


Una buena definición, ahorra tiempo

y energía que el profano podría disponer

a otro destino, tal vez mejor que éste.


Pero para profanar un cuerpo cualesquiera,

aunque luzca dudoso y sólo manifieste

funciones vacilantes, hay que ser preciso

y saberse seguro:


Nunca me pasó.


lunes, 10 de octubre de 2022

Producto Bruto

 

(Tomás Mercante)

 

El hombre es un animal productivo.

Produce hechos y objetos

útiles e inútiles.


La utilidad, a veces es dudosa, pero

siempre es provisoria.


No se puede juzgar hechos del pasado

con los valores del presente:

los valores son casi siempre provisorios

(aunque útiles para producir otros)


Somos una especie que produce, no para

de producir; la producción se diversifica

a cada momento.


El hombre es el animal más productivo

en todos los sentidos, y el único capaz

de producir sentido.


El hombre necesita producir:

La producción lo necesita,

y es mejor que esté ocupado:


Cuando no puede producir otra cosa,

produce víctimas, sin discriminar.

 

 

domingo, 9 de octubre de 2022

Un secreto a voces

 

(Asensio Escalante)

 

Algunos no lo ocultan,

pero la mayoría prefiere el silencio,

acaso por prudencia.


Hay cosas que no conviene ventilar,

secretos que se mantienen

de por vida.


No es imperioso, ni necesario en

apariencia, pero yo creo que todos

hablamos con los muertos, o al menos

lo intentamos aunque no lo confesemos.


Si no ¿Con quién vamos a hablar?


Entre los mortales en actividad, no es

fácil entenderse: hay muchos intereses

en juego y nadie quiere perder.


Escuchar al otro podría ser un pérdida

de tiempo irreparable: no tenemos mucho

y ni siquiera sabemos cuánto es.


La vida es conflicto, conocemos,

y no mucho mas.


Es difícil aceptar que el otro tenga algo

interesante que decir. Y si así fuera,

¿por qué iba a elegirnos a nosotros?

¿Cuál sería el interés?


No sabemos, no podemos confiarnos;

nos estamos conociendo y sabemos

ocultar casi todo interés.


Con los muertos no hay conflicto,

ellos no cuestionan ni disputan,

ni están urgidos por el tiempo.


Si no hablásemos con los muertos

¿qué nos esperaría? ¿con quién

podríamos hablar en el futuro?


Si hay algún interlocutor válido,

son ellos.


Pero es mejor ser prudentes,

o prudente:


Me voy a dormir, 

alguno de mis muertos debe estar

esperándome en el sueño.


La evolución de la conciencia

 

(Horacio Ruminal)

 

La conciencia,

puede considerarse la mayor conquista

humana, aunque son muchas.


Es probable que sin ella, ninguna de las

otras se hubiera completado.


En un principio fue una conciencia dudosa,

primaria, amasada con las primeras palabras,

formas elementales que hicieron posible una

comunicación donde la violencia no fuera

tan determinante.


Ésta nunca desapareció, pero ahora podía

haber una negociación previa, gracias al

comercio de la palabra.



II

La evolución operada a partir de la conciencia

sumó nuevas conquistas. Somos conscientes

de que no son suficientes, aún hay mucho por

conquistar.


Entretanto, también aprendimos a conquistarnos

entre nosotros, lo que no es poco.


La conciencia crece, se amplía, siempre

se puede seguir ampliando (el psicoanálisis

trabaja con la palabra procurando extender

los límites de la conciencia)


Hoy somos mucho más concientes que hace

apenas un par de siglos, incluso menos.


Y estamos más comunicados: El crecimiento

de la conciencia es algo natural a la evolución.

 

El crecimiento conciente nos ubica en una

escala superior: Todo el mundo sensible, está

sujeto a las condiciones de nuestro crecimiento

conciente. Somos la vanguardia conciente de

la evolución del conjunto de la materia orgánica

existente en el planeta.


No, no es poco. Pero aún queda mucho camino

por delante, o no: Todavía no somos concientes

de nuestros límites, pero a medida que sigamos

avanzando y la conciencia continúe expandiéndose

conoceremos más:


La producción de conocimiento no se detiene;

como la conciencia, es un camino sin retorno.


III

Nuestras forma de comunicación

evolucionan sin pausa, se enriquecen

todo el tiempo y hasta nos cuesta mantener

el ritmo (un ritmo que tampoco es el que

era)


Hay palabras que ya no usamos, vocablos

que perimen o caducan: perdieron utilidad,

no las necesitamos. Las reemplazamos por

otras, más ventajosas para la expansión

conciente.


Hay conciencia de que la violencia

sigue siendo determinante en nuestras

relaciones, pero hemos sabido desarrollar

mecanismos de control:


Contamos con las armas adecuadas

para gestionarla de un modo sustentable,

mientras seguimos negociando.




viernes, 7 de octubre de 2022

Hipogrifo

 

(Ricardo Mansoler)

 

El hipogrifo entró por la ventana,

no controlaba esfínteres ni deseos:


Cada cual tiene sus intereses, me

dijo con un guiño de complicidad.


Sería un sabio si controlara algunas

cosas, pero no nací para el control,

soy sólo un hipogrifo y no conozco

sino la desmesura.


Cuando yo vine a este mundo

nadie me estaba esperando,

pero ya estaba todo fuera

de control.


Seguí con lo tuyo, los poetas

tienen los días contados. Yo no,

porque no existo, nadie me ve,

entro y salgo por donde se me

canta.


Nadie sensato le canta a un hipogrifo

hoy por hoy: criaturas anacrónicas,

de existencia dudosa y casi tan

inútiles como un poeta.


No hace falta que te vistas, si te he

visto no me acuerdo (en realidad

no me acuerdo de nada)


Ahora sigo volando, perdoná si te

ensucié el poema; no puedo

controlarme, ni quiero. Cada cual

tiene sus intereses, seguí en lo tuyo.


No comentes sobre mi, no te creerían

¿Quién le puede creer a los poetas?


Hay que asimilar la distorsión

y devolverla multiplicada, dijo

el poeta risueño que celebraba

la risa del riseñor.


El resto es pura fantasía.


Nos estamos viendo.



miércoles, 5 de octubre de 2022

El futuro asimétrico

 

(Onésimo Evans)

 

El colapso de la simetría

inauguró el reino de las relaciones

asimétricas.


Ni arquitectos, escultores, traficantes

ni músicos reparan demasiado en la

proporción y el equilibrio,


mucho menos los poetas, seres

intrínsecamente asimétricos que,

aunque a veces midan sus palabras

no dejan de cultivar la desmesura.


Los cánones de la belleza siempre

cambiaron: Hoy no parecen muy

deseables los cuerpos de aquellas

musas que inspiraban a artistas del

pasado.


¿Quién dijo que la belleza es una

cuestión de proporciones?


No recuerdo, pero alguien lo habrá

dicho y el mundo lo aceptó, durante

un tiempo.


En realidad, la intensidad es ajena

al equilibrio; cada uno arma su propia

armonía como puede, con lo que tiene,

según su condición subjetiva -todas

son únicas-


La armonía resuelve en cualquier parte,

cualquier cosa que prometa volver

al estado de reposo, así como la vida

resuelve en la muerte.


Los vivos no buscamos simetrías:

ya habrá tiempo para reposar

-a lo sumo buscamos paridades-


La realidad no es simétrica, ni nuestros

cuerpos lo son en demasía: nadie es

perfecto -aspirar a la perfección, es

tan vano como pedirle pares al alma-


Nadie lamenta la falta de relaciones

simétricas, ni la muerte de la simetría:


La proporción, el equilibrio, la medida

que hace a la equidad y la justicia, son

nociones anacrónicas, atavismos:

vocablos vacíos que subsisten como

residuos de aspiraciones del pasado.



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