(Aquino Lamas)
Era de dejarme estar,
pero nunca dejé de estar
atento a otras realidades
y observar el paso de las oportunidades
y sus condiciones.
En condiciones normales
la realidad suele ser idéntica
a la intensidad del movimiento
de los cuerpos en ejercicio.
El ejercicio de observar, es más complejo
que el de reproducir. El observador debe
distinguir la calidad de los estímulos en
circulación, diferenciar lo real de lo engañoso,
lo verdadero de lo apócrifo; lo útil de lo
imaginario.
La realidad es dinámica, puede resultar
inhóspita e incómoda pero simétrica
en función sintáctica.
II
Era de dejarme estar,
nunca dejé de estar abierto a todo,
nunca abandoné: sigo estando ahí.
La realidad es cambiante, puede saber
monótona o intensa, tediosa o burbujeante.
Según la burbuja desde donde se la mire.
(Una vez escribí un poema confesional
y fracasó: No por mi, sino porque no tenía
nada que confesar que lo justificara.
Un poema es como la vida: No sabemos
hasta dónde es real, ni sabemos qué es
pero hay que justificarlo)
III
Era de dejarme estar
pero nunca dejé de estar,
confieso:
como el poema que fracasó,
pero todavía está, abandonado
en algún lugar de la realidad.
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