(Tomás Lovano)
Me la seca / Me la
baja
Me la cose / Me la
arruga
Me la minimiza...
El Lic. Lamela,
encuentra excitantes
estas expresiones
del campo popular, y
profundiza el
estudio de sus significados
en el ámbito del
complejo mundo de
relaciones que nos
atraviesan.
El uso de los
significantes en la
producción
metafórica, adopta distintos
valores que dan
cuenta de la evolución
histórica
alcanzada, revelada en los
sistemas de
comunicación, los usos del
lenguaje modelando
los vínculos del cuerpo
social y los cuerpos
emisores, tanto en su
filogénesis como en
la ontogénesis de su
capital cognitivo y ontológico.
Elpidio Lamela nos
explica que hay ciertos
órganos que no
necesitan ser nombrados:
Todos pensamos en
ellos, aunque no suelan
estar a la vista.
Además, el aparente
ocultamiento no sólo
conviene a la
metáfora, sino que excita todo
tipo de fantasías
en el otro, que siempre es
un receptor, más
allá de como se autoperciba.
II
Está claro que la
metáfora, nos ilustra Lamela,
trasciende la
función sexual a la que alude.
Va más allá, como
es natural en las metáforas,
y en un proceso
metonímico presenta al interés
sexual como
significante paradigmático de todo
interés. ¿Hay
otro?
Lamela roza el punto
sin profundizar. Su interés
se enfoca en
penetrar los sentidos ocultos de la
metáfora y
visibilizarlos como objeto de estudio,
en el plano de la
investigación académica sobre
la evolución de los
recursos retóricos y semánticos.
Sabemos que lo
sexual, excede el mero acto de la
penetración y la
reproducción de este movimiento
mecánico.
De la metáfora,
sabemos que produce sentido
a partir de su
fórmula binaria, relacionando dos
términos distintos
entre sí.
En cambio, la
producción de sentido a través de
la Historia sólo
conoce un único fin: Penetrar y
ser penetrado.
III
Resulta excitante,
para Lamela, observar todo el
material que
tramitan estas escuetas frases de tres
palabras (Mucho
tendrían que aprender algunos
pretendidos poetas,
sobre esta economía de recursos:
hay más sentidos en
esas tres palabras que en tanto
farragoso poema que
circula sin compasión)
La disposición para
el comercio sexual es esencial
(junto al
metabolismo, son la base sobre la que se
monta todo el
intercambio y los tráficos subalternos
que sostienen las
relaciones de lo que llamamos vida)
Esta disposición
hacia el par opuesto, representa todo
lo que puede
pretenderse de un significante, y esperarse
de un sujeto:
Estar arriba, o con
la humedad adecuada, es lo que hace
posible confrontar y
entablar una relación productiva
con el mundo
material, o sea el nuestro, y desarrollar
aspiraciones.
De lo contrario, no
habrá interés ni demanda, ni atracción
de inversiones:
Nadie se detendría a observar esos órganos
mustios,
declinantes, resecos o vetustos, y mucho menos
a lamerlos.
Profundiza Lamela:
Esos órganos, aunque casi siempre
ocultos como en la
metáfora, son algo esencial en la
carrera del sujeto,
más allá de su identificación genérica
o su percepción
identitaria.
El estudio es mucho
más profundo y extenso, lo que
excede las
pretensiones de este texto. Sabemos que el
público rechaza la
extensión, la lectura es tediosa y todos
buscamos la
satisfacción inmediata y el placer seguro,
acotado en un
párrafo discreto, que se deje leer en no
más de uno o dos
minutos.
Pero Lamela es
refractario a esta demanda popular, y
también a otras. Su
respuesta a este tipo de planteos
es siempre bastante
categórica:
Me la
lame (puede extenderse en otros términos
irreproducibles. según el humor del momento)
Respecto del
provenir de las metáforas populares,
a partir de su
análisis exhaustivo y sistemático, el Lic.
Elpidio Lamela
afirma que, en el futuro, todas las
metáforas tendrán
un contenido sexual.
La que no lo tenga
se cae,
inexorablemente...