(Rogelio Rogel)
En pleno solapar
pescaron a un adorador
disidente.
Rodeado por el agua, su
anzuelo se encontraba perdido,
en avanzado estado y sin una
coartada verosímil.
Parecía actuar solo, no mostraba
signos ni ofreció resistencia.
No todos entienden lo que significa
el ejercicio de la libertad. Cada uno
puede adorar lo que desee en el lugar
en que se encuentre.
Pero sólo el agua circula libremente
entre la Historia y sus anzuelos:
Éstos deben ajustarse a las épocas
y sus carnadas actualizadas.
No pude probar mi inocencia, aunque
todavía mantengo alguna curiosidad:
Sostuvo el adorador arrepentido
ante la duda de las autoridades.
A las que no podemos sino someternos
y adorar.
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