(Ricardo Mansoler)
Puse en un sobre
las palabras que sobraban
al poema
y lo envié.
Quedó tan reducido
que ahora es otro.
Siempre hay otro
capaz de reducir
lo que no pudo uno.
(Ninguna reducción garantiza
que ningún objeto o sujeto
se convierta en otro)
Pero todo poema tiende a otro,
y casi siempre se puede reducir.
Llegar a ese punto en que no
se puede reducir, es trabajoso
y suele ser causa de abandono.
Habría que volver a la fuente, o
al sobre y buscar las palabras que
sobraban:
en ellas podría estar ese otro poema
que resiste reducción y reduccionismo
y desde el sobre soberano se mantiene
irreductible, e insiste:
No poder reducir es triste, pero lo que
no se puede reducir no existe.
(El sobre ya lo envié, no sé si habrá
llegado a destino)
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