(Aquino Lamas)
Legitimar el mar,
autenticar las olas
a la luz de una vela
escribir:
célula sola
linda
en la blanca celulosa
del papel.
¿Cuánto papel necesitabas
para entender al árbol?
¿Cuáles son los géneros auténticos,
genuinos y legítimos de los hijos
de los árboles sin ramificar?
¿se puede ser más ingenuo sin pecar?
¿Hay que llamar a las cosas por su
nombre verdadero antes de orar
a orillas de este mar dudoso, aunque
legítimo?
¿Cuántos velámenes inútiles y absurdos
como barquitos de papel zozobrarán aún
mientras velamos las derivas de otras
arboladuras vacilantes como ésta?
Ahora hay que esperar la orden
de la autoridad, esa voz tan esperada:
Guarden.
Ahí termina la clase
y empieza el poema.
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