(Olvido de la Fuente)
El negocio de preguntar
tiene adeptos y contribuyentes,
pero no auspiciantes ni mercado.
Se mantiene como un derecho,
dentro de ciertos límites (no se
puede preguntar cualquier cosa)
Pero si bien es una apuesta a futuro
(toda pregunta supone una respuesta
que yace en el futuro),
sus perspectivas no mejoran:
Son bastantes las preguntas que aún
esperan respuesta, como para agregar
otras.
Preguntar es fácil, pero la evolución
enseña que nadie progresa mucho, ni
conquista nada preguntando.
El comercio de la palabra fue útil
para el desarrollo de la conciencia y
la evolución del comercio, así como
para la procucción de conocimiento.
Pero el negocio de preguntar
progresa menos que los otros:
siempre fue un negocio dudoso.
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