(Tomás Lovano)
Encontré un epitafio en la basura.
¿Se produjo un error?
No sé, en la basura se puede encontrar
de todo, hasta errores, no se sabe.
¿Será por eso que tiene tantos seguidores
que la frecuentan?
No soy de revisar la basura, la gente de
bien no anda revisando la basura ajena.
Pero no soy tan taxativo, ni estoy seguro
de pertenecer a esa categoría.
No olvido las palabras del filósofo aceitoso:
Todo lo humano me es ajeno.
Todos estamos rodeados de basura ajena
y curioseando no ofendo ni temo.
Dice el epitafio: No importa cuando lo leas,
ni mi nombre, ni lo que haya hecho de bueno
o de malo. No estoy acá, ni en ninguna parte
ni tengo nada interesante que confesar.
Este epitafio podría ser el tuyo; llevalo si no
tenés uno mejor. No vale nada, y tampoco
podría cobrarte: no estoy en ninguna parte.
Es un epitafio genérico, a casi todo el mundo
le calza. Si te es útil, usalo sin culpa; hacé de
cuenta que es tuyo.
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