(Encarnación Segura)
Mi límite es el alma:
No como seres con alma,
aunque ya no la contengan.
Fuera de eso, te como
cualquier cosa; pero si puedo
elegir, prefiero lo crudo.
Mi límite es el alma,
no importa que los haya abandonado;
fueron seres animados, no puedo no
verme reflejado:
Nuestro cuerpo es el reflejo del alma.
Tengo mis límites. Sé que los límites
del alma son borrosos y confusos,
pero todos tenemos nuestros límites.
Los míos son éstos,
es bueno conocerlos y es mejor reconocerlos
aunque no podamos precisar.
No es un secreto que el alma no come
ni excreta, aunque puede cometer otros
excesos: sus límites son confusos y
borrosos.
Distinto sería si no tuviera alma: el alma
nos diferencia de los seres desalmados,
que es distinto que no haberla tenido nunca:
Acaso peor, la perdieron por mal comportamiento,
malas influencias o malas decisiones: Al alma
hay que saber llevarla, hay que cuidarla.
A la hora de comer, mi límite es el alma.
Distinto sería si yo encontrar un alma
como la mía: Tal vez ni comería.