(Horacio Ruminal)
Este verbo podría funcionar,
ya funcionó otras veces.
Todos los verbos funcionan
en el tiempo, pero tienen sus
tiempos:
Están los que se estancan y no
crecen, y los que se actualizan
para adaptarse a las necesidades
de los tiempos que corren.
Estar y ser es casi lo mismo;
en inglés, la lengua dominante,
no hay diferencia: siendo lo mismo
no merece más que un verbo.
La economía semántica es capital
para que una lengua se mantenga
competitiva, e imponga condiciones
en el concierto de las nociones.
No en vano, los economistas hablan
en inglés: son funcionales a la demanda
y a las condiciones dominantes:
Saben que si no dominan esa lengua
no llegarán muy lejos ni serán reconocidos
en los foros, en el ámbito académico, ni por
las corporaciones y las fuerzas dominantes
que controlan las funciones del conocimiento
producido.
Estamos: Si el verbo único funciona, no hay
nada que cuestionar. Significa que ser y estar
es indistinto, al menos en los tiempos que
corren, en este tracto, ahora…
Ahora, para nuestras lenguas colonizadas
en desarrollo, todavía subsiste una diferencia
sutil, menor, nimia tal vez: la función.
Los seres que no somos verbos, además de
estar realizamos algunas funciones, cumplimos;
estamos funcionando, como los verbos (ser,
estar, etc.)
Es lo que nos permite aprender a ser funcionales
para que todo funcione, desde la economía, madre
de todas las ciencias hasta la Historia del Ser y la
filosofía más o menos funcional.
Así estamos en los tiempos que corren, al menos
hasta que nuestra función sea superada
y se impongan otras lenguas.
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