(Ricardo Mansoler)
El poema es un monólogo
de sordos, había escuchado
por ahí.
Puede ser, pensé sin suspicacia,
tal vez eso explique su eficacia:
Aunque no alteren nada, y no
hayan podido cambiar el mundo
casi nunca los poemas siguen
circulando y emitiéndose.
Un monólogo de sordos
también puede resultar ensordecedor
¿O no?
Puede que sí, aunque sólo para quien
quiera oírlo.
¿Qué oímos cuando leemos un poema?
Cada uno oye su propia voz, ensayándose
en esa palabra ajena. Su voz, que es única
y distinta de todos los otros monólogos.
A no ser que haga oídos sordos
y prefiera que se lo lea otro.
Podemos compartir: Los sordos suelen
entablar buenos monólogos entre ellos.
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