(Nicasio Uranio)
Cuántos adjetivos necesita un poema,
le pregunté a un reducidor reconocido.
Depende de la necesidad
y la textura íntima:
Todos dependemos de la necesidad,
después están los adjetivos, de libre
elección. Somos libres de adjetivar
todo.
Un necesitado es pura necesidad
que no resuelve en el tiempo,
necesidad sin adjetivo, en estado puro:
un participio pasado (sólo en el pasado
se pueden encontrar restos de pureza)
El adjetivo no resuelve nada, se puede
agregar, pero todos están disponibles
para todo, como ocurre con todo lo
innecesario.
Luego, el poema sabe que puede prescindir,
aunque no lo haga. Es sólo un recurso,
puede ser útil sin ser necesario, a diferencia
de los poemas, que no emiten utilidad.
Un adjetivo solo no sirve para nada,
pero un solo adjetivo, justo y apropiado,
puede ser bastante para el poema.
No es fácil: No somos propensos
al equilibrio ni a la justicia, no valoramos
demasiado el arte despojado. Pesa más
la propiedad de la agregación.
Una buena contradicción no necesita adjetivos.
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