(Tomás Lovano)
Hay que saber rodearse,
y una vez rodeado regodearse
en el sufijo
autóctono y ajeno
saboreando la circulación del
éxito, ante la envidia redondeada
de los merodeadores de turno.
Hay que saber rodearse
para sabiéndose rodeado otear
el horizonte y observar a la redonda
hasta blanquear la velocidad
del círculo permitido en su perímetro:
No sé si me seguía, pero creía estar
rodeado de límites concéntricos casi
idénticos a los nuestros:
No, circular no constituye un vicio
hasta tanto la órbita vuelva a repetirse.
Describir un paisaje orbicular
no es tan sencillo, se repite:
Estamos rodeados de signos que no
conocemos, e incluso no vemos. Ni
siquiera sabemos que existen.
Por lo que sabemos, la repetición
es una forma de conocimiento:
Hasta ahora funcionó.
Lo que funciona hay que mantenerlo
sin alterar y repetir. No es mucho lo
que hay que memorizar:
Hay que saber rodearse y circular,
sin mirar atrás para evitar confusiones
y desechar otras versiones que aún
circulan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario