(Ricardo Mansoler)
El encordado está tenso pero triste.
La tristeza puede ser intensa
hasta romper una cuerda como ésta.
Si habré cambiado cuerdas; ni me
acuerdo cuántas son, o fueron.
El olvido es triste
sólo cuando se cobra conciencia
de lo olvidado. Cuando no, es algo
incluso saludable.
Hay un manojo de cuerdas que no
volverán a vibrar, no serán recordadas
ni reemplazadas.
El olvido es triste, parcialmente:
Nadie es consciente de todo lo que
olvida.
Nada va a detenerse cuando muera
el mundo, o la conciencia que lo nombra
junto a todas sus teorías aproximativas.
Más allá de algoritmos, borborigmos
y teorías de cuerdas, todo seguirá
vibrando en el olvido.
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