(Tomás Lovano)
¿Qué hará con lo que ara?
-No sé que haré, ahora aro,
para hacer lo que sea primero
hay que preparar el terreno
¿Arar por arar?
-Nadie nace sabiendo lo que hará,
arar es bueno porque es necesario.
¿Todo lo necesario es bueno?
-No necesariamente, pero algo hay
que arar.
¿No sería mejor no necesitar?
-Es posible, pero no es posible:
No hay vida sin necesidad.
¿Ara por necesidad?
-No, ya aré bastante; ahora no necesito,
pero puedo continuar: la continuidad
es placentera.
Nunca se sabe cuando termina…
-No, nunca se sabe; hay que estar preparado
e ir preparando el terreno.
¿Ara por arar?
-Ya lo preguntó, no se repita.
Perdón, no reparé en la repetición. Aunque
usted también se repite bastante: no hace más
que arar y arar, que ya es una repetición de
sílabas. Y encima, ara la arena…
-La arena alguna vez fue materia viva, y tiene
mucha más historia que nosotros, si vamos a
comparar. Yo prefiero arar.
En la arena no brota nada, creo que pierde
su tiempo. Es como predicar en el desierto…
-No sé qué es el tiempo. Soy lo que aré.
Y lo que arará…
-Otros hablan del futuro, yo labro mi pasado;
es más seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario