domingo, 9 de abril de 2023

El gorgojo enamorado

 

(Aparicio Custom)

 

El regocijo del abrojo multiplica

la ambición ambigua del gorgojo núbil

que sin sonrojarse se desliza en el anverso

solidario de la hoja de hinojo

y la hace suya, como era natural

y aún sigue siéndolo.


Atesora esa visión crecida por el ojo

en un desliz, sin santiguarse ni volverse

avanza

a puro antojo entre tanto hijo natural

y espiga espúrea o paja celebrándose

a sí misma en el canto sinuoso de la brisa

al adentrarse donde briznas en estado

de reposo cultivan la ocasión.


El gorgojo no mide sus deseos,

ni aspira a una medida que lo contenga

o lo trascienda: sólo desea lo que es.

 

II

Ojos gorgojos pacen, entre vigas prójimas

y fibras subalternas: la visión multiplicada

en sus ijares permanece indiferente a los

deslices del hinojo hacia el ajenjo ajeno,


y goza para sí, sin necesidad de pronunciarse

en ningún otro sentido.


El sentido es un parásito.

El canto, otro: Para parásito estoy yo,

sagrado como pocos; piensa el gorgojo

para sí.


Es austera su dieta, pero sana

(como la del fantasma que recorre

el mundo subsensible)


III

El mundo puede caber en una hoja

de hinojo o mejorana (también en

una de genciana, aunque es amarga

como la verdad)


El mundo nace y muere a cada instante,

en un abrir cerrar se regenera

con nuevos brotes y anticuerpos.


Las órbitas describen lo que quedó

del ojo extinto: un sonido anacrónico

parecido a éste.


Toda emisión orgánica, contiene

un precedente muerto: se suscribe.

Casi ningún parásito sabe que lo es

ni sabe lo que es.

No necesita ningún reconocimiento

para parasitar: La mayoría de los

vivos son parásitos que ignoran su

propia superioridad; no necesitan.


El conocimiento es menos excitante

que la repetición metódica y su ritmo,

para citar otra lectura ajena.

 


Cada hoja es un mundo: No hay mundos

sin hojas, ni hojas sin mundo.


El gorgojo no desecha ningún grano,

lo aprovecha todo y es tan gregario

como vos.


El gorgojo ensaya un canto subrepticio

e incunable, en una frecuencia imperceptible

a otros ojos.


El mundo cabe en una hoja de hinojo

o de ruibarbo, es un concierto infinito

donde conviven el canto del ruiseñor,

el trino de la calandria y el gorjeo del petirrojo.


¡Oíd, el gorgojeo del gorgojo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.