(Carlos Inquilino)
Un intervalo devaluado
pasó sin ser notado
como un fantasma que recorre
el mundo.
El mundo sólo reconoce lo que vale,
ciertos valores: otros pasan y pasan
como fantasma agazapado.
Intervalos invertebrados se suceden
y encadenan en un precipitado que
produce la ilusión de movimiento.
Todo movimiento acaba en una cita:
“Quien no se mueve, no siente las
cadenas”
¿Cuántas reproducciones tolera una
cita genérica?
Sólo sé repetir, Señor. Dijo el poeta
sincero, ya laureado y devaluado por
el paso de los intervalos.
El sentido es movimiento,
los movimientos se suceden
a intervalos regulares e irregulaes.
Después hay que evaluar esa cadena,
sus cadencias y el ritmo eslabonado
y vertebrado.
El valor puede ser discontinuo,
pero el fantasma no descansa, aunque
el mundo no lo reconozca ni lo perciba:
Permanece agazapado ahí.
La continuidad es un valor
y está hecha de intervalos.
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