(Cósimo Stancatto)
Yo era un pelagatos.
En el barrio había bastante
competencia, y llegó un momento
en que casi no quedaba ninguno.
No me resigné, pero me tuve que
reconvertir.
Con esfuerzo y esmero, me fui
capacitando y perfeccionando:
Fui aprendiendo los distintos cortes
para todos los mamíferos conocidos.
Hice una tecnicatura como estilista
de diseño animal y hasta aprendí a
esquilar: Siempre es conveniente
ampliar el campo de posibilidades.
La voluntad, el sacrificio y la resiliencia
tuvieron recompensa: Ahora gozo de un
buen pasar y soy capaz de esquilmar
a cualquier cosa que camine.
Sin el esfuerzo personal no se consigue
nada. Animate a emprender.
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