domingo, 11 de febrero de 2024

Un canto a la bandera genérica

 

(Dudamel Rambler)

 

No es lo mismo embanderarse

que ser abanderado, le dije a

mi escolta; no sé si me escuchó:

estaba embadurnado.


¿Hay que unirse a algo para poder

sobresalir, embadurnarse, embadurnirse?


¿Hay una unidad más real y dudosa

que el individuo embadurnado?


Los embanderados comparten su

estandarte; los abanderados no:

costó mucho llegar a ocupar ese

lugar, hay que defenderlo.


¿Las banderas nos defienden?

¿Cuántas son, mientras agito ésta?


Tal vez no puedas llegar a abanderado,

pero podrías estandarte y ser parte y

cobijarte en una enseña, siempre hay

alguien que te enseña: no hay mucho

que aprender.


No es lo mismo embanderarse

que embadurnarse, le dije a mi

escolta embadurnado.


Pero se aprende, en ambos casos.


A la bandera le debemos todo,

no importa el tamaño ni el color:


Sin ellas, seríamos una comunidad

dudosa, indefinida, promiscua, difusa

y sin identificar.


En suma, una expresión imprecisa:

un número azaroso de voluntades

sin destino.


La bandera crea identidad, nos aglutina

y es lo único que nos une ante el enemigo

(después del enemigo, al que se procura

identificar: No es fácil, sabe cambiar de

bandera e incluso adoptar la nuestra)


Es probable que todas las banderas

estén manchadas de sangre, pero se

lavan y quedan como nuevas.


No bajemos nuestras banderas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.