domingo, 30 de junio de 2024

Las fuerzas superiores

 

(Nicasio Uranio)

 

¿Cuánta fuerza empleaste hoy en defecar?


Podrías haber dispuesto esa energía

para elevar una plegaria por todos

los metabolismos mal correspondidos,

por ejemplo.


El amor es energía, disponemos de una

cantidad acotada y somos libres

de darle el destino correcto, como

cualquier otro.


Estamos hechos de amor, entre otras

cosas. Pero si pones por delante tu

metabolismo nunca encontrarás

el camino para elevarte como una

plegaria, y alcanzar la gracia.


Somos energía en movimiento,

emanación divina sobre los campos

magnéticos donde se cuece el tiempo

de la siembra y la cosecha.


Quien controle sus impulsos

y administre su propia energía

con sensatez e inteligencia

gozará de la aprobación divina.


No hay energía propia: Todo

metabolismo se nutre de otros.


Podrías elevar una oración

por toda esa energía usurpada, 

confiscada, que ahora dilapidas,



o una plegaria por la musculatura

lisa y los movimientos peristálticos

del mundo.




El sueño de una voz

 

(Encarnación Segura)

 

Los muertos no se enferman,

oí y acepté con resignación cristiana.


Una voz cristalina pronunciándose

en el sueño, destilaba verdades

descendentes, dando forma a un

poema irrepetible.


Los sueños son así, tan únicos

como irrepetibles. Salvo los

recurrentes.


A veces quisiéramos volver a ellos

y reanudarlos, pero no contamos

con recursos adecuados.


Se puede establecer cierta continuidad,

hay sueños que remiten a otros,

se repiten sensaciones, situaciones.


Como en la enfermedad: se vuelve a

contraer el mismo virus o agente

patológico, se reproduce el cuadro,

pero la sensación es otra:


El virus nunca es el mismo,

ni nosotros; aunque dudemos

del sueño original o la fuente

de contagio.


Tal vez, todo sea parte de otro sueño,

al que nos resignamos con cristiana

aceptación.


Sólo los muertos no se enferman,

y no suelen cambiar de posición.



sábado, 29 de junio de 2024

Ojo de pescado embalsamado

 

(Rolando Doorland)

 

El ojo es como un pez,

casi todo líquido y grasa.


Sólo que se cierra y se abre

a diferencia del pez, que no

puede cerrarse y nada abierto

a todo, tanto en aguas abiertas

como en otras.


El ojo se mueve como pez

en el agua, bajo su arco superciliar,

observando su órbita siempre

idéntica a sí misma y a la unidad.


El ojo constituye una unidad

pareada, pero el pez sólo puede

aparearse en el agua.


Hay peces que ven más

que nuestros ojos, y también

los hay sin ojos:


Nadie se los vació, son especies

abisales que no los necesitan.

La evolución los descartó, como

suele hacer con todo lo inútil

a su causa.


En nuestra filogénesis histórica,

fueron descartados órganos, huesos,

dientes, pelos y otros elementos

que carecían de sentido, al haber

perdido toda utilidad.


Los peces no pueden cerrarse

como un ojo, un tragaluz

o un negocio de los nuestros.


Pero son más libres

en sus hábitos sin órbitas.



viernes, 28 de junio de 2024

Derechos universales

 

(Florencio Cusenier)

 

Todos gozamos del derecho a fracasar,

un derecho universal en casi todo el

mundo.


Es uno de los derechos humanos

naturales, como el derecho de piso.


Luego, cada uno es libre de producir

su goce como desee, aunque fracase,

ajustándose a derecho.


No podemos tener todos los derechos

que queremos: Algunos lo intentaron,

pero fracasaron por falta de consenso.


Sólo gozamos de los que conquistamos,

aunque los hayan conquistado otros,

seguramente después de varios fracasos.


Acaso estemos gozando los que merecemos,

no lo sabemos. Gozamos del beneficio de

la duda, por ahora:


Un beneficio dudoso, que como todo goce,

puede fracasar con todo derecho.


Loa valores de la leche

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Entre los valores disponibles

prefiero cultivar los relativos.


Ahogarse en un vaso de leche

condensada, no significa abandonar

la lucha por la leche derramada.


Algunos no lo entienden y no luchan,

no quieren ensuciarse, ni quemarse

con leche recalentada:


Niegan la historia del calor,

la historia de la lucha

al calor de la cual se hizo

la historia.


Ni siquiera conocen la historia 

del bacilo de su leche cultivada.


Prefieren reciclarse, mientras esperan

que suban los valores:


Hundidos en su lecho de leche,

descansan en la tibieza de su sueño

líquido, ajenos a los derramamientos

históricos.


A la vez, permanecen ajenos a la historia

de la galaxia, a la galactofilia y a la

galactofobia.


Los valores relativos están sujetos a

cambios en el espacio y en el tiempo,

por lo que tienen más futuro.


Los otros son dudosos, como los signos

vitales, que ya no son los mismos.


Sabemos que la vida es cambio,

y no mucho más:  Cultivamos el

valor de cambio.


Graznido no reconocido

 

(Remigio Remington)

 

Un graznido interrumpió

la paz del nido.


Tan nuevo como desconocido,

nunca se había oído

ese graznido.


Tal vez contenga novedades

que desconocemos:

Todo sonido puede contener

otro sentido.


Todos los sentidos y sonidos

alguna vez fueron nuevos.


Éste ya no: Los graznidos son

sonidos más o menos gráciles

de poca duración.


Los sonidos que no pasan, no son:

No pasan de ser una aspiración,

las aspiraciones pasan sin necesidad

de contener o producir sentido:


Aspiraciones silenciosas las hay

más que numerosas, pero no alteran

ningún sentido común.


El graznido ya pasó, ahora es parte

del pasado; la historia de todos los

sonidos idos, con o sin sentido,

que pasaron por el nido.


Hay otros nidos y sonidos,

algunos vuelven a pasar

con mayor o menor intensidad.


La intensidad el sólo uno

de los sentidos del sonido.


¿Habrá otro sentido entre

nuestros participios preferidos?


Si vas a emitir algún sonido,

que sea a conciencia:  vale más 

un graznido con sentido. 


jueves, 27 de junio de 2024

La inversión del hábito

 

(Malcolm Mercader Ergástulas)

 

El monje hacía el hábito

¿No lo viste?

Es un monje genovés

que sólo viste lo que hace

¿No lo ves?


Los monjes hacen muchas cosas

además de orar y elevar oraciones

móviles:


Este monje genovés se interesó

en la manufactura de los hábitos.

Probó, se equivocó, siguió ensayando

y aprendió, hasta adquirir su propio

hábito inconsutil.


Con voluntad todo se aprende;

es tan cultivable como el hábito.


El monje hizo al hábito

a imagen semejanza de sí mismo,

con su investidura de monje

y todos sus hábitos incorporados.


Y vio que era bueno y era justo:

Era justo lo que necesitaba.

Ya no iba a depender de diseñadores

de hábitos ajenos.


¿No lo viste? Acá lo ves

al monje genovés que sólo viste

lo que hace.


El hábito hace al monje

y el monje hace al hábito:


Para aprender hay que invertir,

para invertir hay que aprender

a invertir.


Los hábitos se reproducen

como las inversiones.

No son meras repeticiones:


Ahí lo tenés al monje genovés,

parece el mismo pero no lo es.


“Sólo un hábito puede dominar

a otro hábito”


No dejes que el hábito te domine:

Todo hábito puede evolucionar

en vicio.


miércoles, 26 de junio de 2024

El plus del amor

 

(Elpidio Lamela)

 

El problema del sexo sin amor

es que no te deja nada, más allá

de la satisfacción temporal de

un goce efímero, como todos.


Todos los goces humanos son banales

e inútiles, como todos sabemos, sin

que por eso dejemos de practicarlos

cuando se presenta la ocasión.


El ejercicio de la repetición

de una función, hace al buen

funcionamiento de los órganos

competentes.


Pero con la falta de amor, el sexo

no es sino un acto mecánico, un

pasatiempo que se olvida, como

todos con el paso del tiempo.


Por el contrario, al agregar amor

el sexo adquiere otro valor:


Si bien la mecánica es la misma,

se repite, algo cambia; el deseo

es otro y al consumarse y calmarse

nos deja más colmados.


Luego, deja también un registro

en la memoria, que resulta útil para

evocar esos momentos, cuando el

amor pasó, como siempre pasa.


II

Negar la existencia del sexo sin amor,

como la del amor sin sexo, sería una

necedad.


Pero el amor, un sentimiento complejo

como casi todos los humanos,

e inagotable para la investigación científica

y el abordaje psicológico, amén de los

enfoques religioso, filosófico, ontológico,

es, en última instancia, intercambio:

comercio.


Desde una visión económica e irreductible,

se puede afirmar que el amor agrega valor

a todo ese intercambio de hormonas y fluidos.


La producción del goce, como todas,

se enriquece al agregar valor y se sostiene

en esta agregación:


Sin ella, la producción se cae,

no hay deseo de invertir

y colapsan los sistemas.


Nadie sensato querría llegar a eso,

que no nos deja nada, ni ofrece

otras oportunidades.


lunes, 24 de junio de 2024

Asociación ilícita

 

(Serafín Cuesta)

 

En un momento pensé que estaban

cremando a alguien, el aire olía a

carne sometida a la acción del fuego.


Después me tranquilicé: era sólo

un asado familiar.


Más tarde lo pensé en frío

y reconocí mi error. Recordé haber

estado en un crematorio, en distintas

ocasiones, y la sensación olfativa no

era la misma:


El humo se elevaba sobre el horno

humano dando forma a diversas

imágenes, pero era otro olor.


Para despejar toda duda, volví a frecuentar

esos sitios por mi cuenta, como cualquier

deudo anónimo y pude corroborarlo:


No era lo mismo, ni era algo apetecible

lo que se percibía.


Cabe sospechar que nuestros cuerpos

no están solos al cursar ese trámite y

enfrentar la combustión final.


Es posible que la aprovechen para incinerar

otros residuos, y a la vez alterar los aromas

de la carne asándose hasta convertirse en

ceniza:


Sería algo peligroso que alguien pudiera

asociar el estímulo olfativo con la carne

que abona nuestros platos, y volviera a

despertar ese instinto caníbal, ya casi

superado.


domingo, 23 de junio de 2024

El fracaso del goce

 

(Aparicio Custom)

 

Dada una pulsión,

podemos obedecer, ignorarla

o reprogramarla.


Puede haber alguna otra opción

pero lo que no se puede

es negarla:


Lo que no se puede negar, no existe

para los organismos racionales.


Habemos pocos racionales, entre

los numerosos animales. La razón

podría ser un medio para alcanzar

la sensatez, pero ésto no se verifica

para ser sensatos.


Sabemos tanto del goce

como de la materia obscura, para no

hablar de la energía obscura (aunque

el goce mantiene relaciones íntimas

con la energía: Hay quien afirma

que es pura energía dilapidada)



II

El goce tiene mala prensa para algunos

conspícuos pensadores, tal vez porque

escapa a lo racional y nos devuelve a

la animalidad.


¿Nos devuelve? ¿Cuándo la abandonamos?

Tal vez cuando conquistamos la conciencia

y entramos en razones.


Al arribar al mundo racional, despoblado

por cierto, emprendimos la producción

de conocimiento indefinido, y nada volvió

a ser igual.


Los animales no son nuestros iguales

ni califican de semejantes. La razón produjo

desarrollo, organización, respeto al prójimo

y elevó la calidad de vida:


Hoy todos gozamos de ciertos derechos

y somos más humanos.


No sabemos si los animales gozan más

o menos que nosotros. Lo que es seguro

es que no gozan de derechos. Algunos lo

justifican con argumentos razonables:

Nunca los reclamaron.



III

Los animales, más allá de su utilidad como

recursos naturales, viven en su mundo

primario de instintos y pulsiones y nada

parece justificar que merezcan ser sujeto

de derecho alguno.


Los humanos, en cambio, somos seres racionales

y gozamos de nuestros derechos, elevándonos

por sobre el Orden Natural.


¿Son suficientes? ¿Son los que merecemos,

o sólo los que necesitamos? ¿Son pocos, o

se nos fue la mano?


No se puede afirmar, pero gozamos de libertad

para desarrollar cualquier idea o pensamiento

que contribuya al sesgo evolutivo, dentro de los

límites razonables.


Algunos sostienen que la evolución, no es

un camino derecho, recto sino que tiene sus

vueltas; más bien sería una especie de espiral.


Y hay quien afirma que el exceso de derechos

es contrario a la evolución natural del cuerpo

social: Ciertos derechos generan más dificultades

que beneficios para el bien común:


Están convencidos de que suprimiendo o recortando

derechos habremos ganado mayor libertad.


Está claro, que el progreso de la racionalidad

nos permite gozar de una libertad inédita

para afirmar cualquier cosa, por encima de pulsiones

e instintos básicos y acceder a formas mucho más

elaboradas del goce.


No se puede negar la evolución alcanzada.

Pero sabemos que nada es definitivo

y la transformación no para.


¿En qué nos transformaremos?


(Para saber más, pulsá Enter en cualquier

parte de tu navegador)


Naturaleza líquida

 

(Absinia Bending)

 

Los peces pasan

toda su vida en el agua.


Para ellos, el mundo

es líquido y es agua:


Sólo conocen el agua

y no necesitan más:


En ella nacen, aman, mueren

y se diluyen.


Pero no conocen la nieve.


Lectura responsable

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Cada uno es responsable de lo que lee,

aunque no tanto como de lo que relee;

leí en un poema parecido a éste.


No quise volver a leerlo, pero

desde entonces soy más cuidadoso,

procuro no volver a leer nada

que no haya sido leído en forma

responsable:


Hay mucha cosa escrita que no merece

más de una lectura, o incluso menos.


Es probable que una buena parte de lo

que escribí, no sobreviviera a una segunda

lectura.


Pero creo que lo más responsable

es no releerlos:  la responsabilidad del

autor limita con la del lector. 



sábado, 22 de junio de 2024

Recursos para reciclar la crisis

 

(Florencio Cusenier)

 

Ante la crisis de valores

y la falta de oportunidades

que trajo el cambio de época,


hay que aguzar el ingenio

y rebuscárselas para sobrevivir

como se pueda, sin perder la

dignidad.


Puse un cartel: Vecino, puede usar

esta casa como basurero. Acepto

todo, disponga libremente.


Es trabajoso revisar, seleccionar y

descartar pero casi siempre, algo

se rescata:


No me quejo, sé que otros están peor.

Uno no puede quedarse de brazos cruzados.

Las crisis son oportunidades, y éstas pueden

estar en el lugar menos pensado, a veces

más cerca de lo que creemos.


Era ésto, o tener que salir a revolver

la basura ajena.


viernes, 21 de junio de 2024

La mayor de las batallas

 

(Gualterio Whiteman)

 

La mayor victoria

es la que te ganas

a ti mismo.


No aflojes, puede ser duro

y trabajoso: No siempre

se gana, pero hay que dar

batalla:


La única batalla que se pierde

es la que se abandona.


Hay que estar preparado para

el éxito, tanto como para el

fracaso: sólo son accidentes,

y casi nunca son definitivos.


Recuerda: Que te reconozcan

como un buen perdedor, es también

una forma de reconocimiento.


La mayor victoria es la que te ganas

a ti mismo, cuando comprendes que

la derrota no te afecta demasiado:


Era parte del juego, que no terminó

y puedes seguir participando:


Los valores que están en juego son

cambiantes, van y vienen, suben y

bajan:


Lo importante es competir.


Confesión

 

(Rolando Doorland)

 

El fungicida confesó:

Tuve que envenenarlo en defensa

propia, era un hongo violento y

había recibido amenazas.


El autor confeso del crimen del hongo,

cuya identidad de género no logró ser

establecida, que resultó ser otro hongo,

amplió su declaración.


Era dudoso como hongo, había sabido

desarrollar una uña. Yo siempre desconfié

de todo lo que tiene uñas…


¿Para qué querría un hongo un arma?


La cuidaba como a un tesoro, estaba orgulloso

de ella y se jactaba de ser único: Soy el único

hongo ungulado que conozco y voy por más.

Decía mientras elongaba…


Así le fue; creo haber hecho lo correcto.

Me tocó a mí, hay cosas que uno no elige,

como la forma y el tamaño de su cuerpo,

sus uñas, o como ser un hongo.


Alguien lo tenía que hacer.


jueves, 20 de junio de 2024

Oportunidades de la fe

 

(Asensio Escalante)

 

La fe es el cultivo más seguro:

Ante la duda, ella no te abandona

y siempre ofrece una respuesta.


No desperdicies las oportunidades

de la fe: La puedes cultivar con tus

propios recursos; ella dará sus frutos

aunque no sean los deseados.


Verla florecer no tiene precio.

Inclínate por la que te resulte propicia

y cultívala sin reparos:


No vaciles, inclínate y cultívala. La fe

es el más elevado de los cultivos humanos

disponibles: El más humano, y el único

propio de nosotros, una especie única:


No hay otra especie tan feligresa

ni tan peligrosa.


El conocimiento divino es el único

verdadero, y sólo se adquiere por medio

de la fe.


Ella sólo te pide que te entregues

y te inclines: la sumisión es el mejor camino

para elevarnos, y acaso nuestra misión

en este mundo.


Sin el auxilio y la guía de la fe, el hombre

no hubiera nada de todo lo que ves

y no podrías disfrutar las maravillas

de esta vida formidable.


Sin fe, el hombre no hubiera levantado

ni una piedra. Sé humilde y agradece.

Cultívate y elévate; Inclínate.




miércoles, 19 de junio de 2024

El virus es un lenguaje

 

(Emeterio Askman)

 

El virus es un lenguaje,

sólo eso:

una forma que se mueve

bajo cláusulas propias.


No se sabe cuántos son,

podrían ser más de lo que

sospechamos: se mueven,

cambian, mutan.


No están ni vivos ni muertos,

como dijo un General en su

momento:


Pueden desaparecer

y volver a aparecer sin motivo:


Saben moverse y permanecer

en estado de reposo durante años

en un cuerpo; no tienen metabolismo.


Un día se activan y empiezan

a replicarse como locos. Poco pueden

hacer los anticuerpos, no los detectan

ni los reconocen como enemigo:


Los virus disponen de recursos

para no ser reconocidos.



II

Así son los lenguajes: Pura información

en movimiento, con fines imprecisos.


Todo lenguaje es un medio de transporte,

como un barco carguero, en que ni el

capitán ni su tripulación saben lo que

llevan.


¿Hay que saber? ¿Qué cambiaría si

supiéramos?


La ciencia avanza, identifica nuevas cepas

y eventos virales, pero ellos no se inmutan,

permanecen indiferentes y mutan con la

velocidad apropiada.


Hay lenguajes aptos para apropiarse de

otros y destruirlos, e imponer sus propios

fines que nadie conoce.


¿Somos lenguaje? ¿O sólo lo habitamos,

como significantes excedentes de otro, 

acaso más dudoso y anacrónico?


¿El virus es, como nosotros, materia orgánica?

¿Es sólo un enemigo, o es también prójimo?


Si el virus es información excedente

de la materia orgánica al organizarse

altamente, información que se escindió

y desvió, luego:


¿El poema es un virus del lenguaje?



III

Si todo lo que se mueve es, el virus

merece categoría ontológica, aquí

y en cualquier lenguaje.


¿Conocemos todos los lenguajes?


Tal vez no, me inclino a creer, pero eso

no afecta a la producción de poemas,

de conocimiento, ni a ninguna otra.


El lenguaje es un virus, averiguó el poeta.

Sin contradicción, todo lo que somos lo

debemos a la inversión y la especulación

teórica:


No se diferencian mucho, ambos son productos

altamente elaborados del lenguaje:


Este lenguaje propio y específico, que nos

diferencia y nos une, o al menos nos permite

compartir información, como cualquier virus,

identificado o no.


La humildad es un valor relativo

 

(Gualterio Whiteman)

 

Aprende a apreciar

lo increíble que eres.


Ser increíble no tiene precio,

debieras valorarlo

en su justa medida.


Nuestras medidas son correctas

y las únicas creíbles:

luego, son justas.


Sólo podemos creer y confiar

en ellas, en la medida de nuestra

fe y su capacidad creativa.


No se conocen medidas más

útiles que éstas ¿No somos

increíbles?


Aprende a apreciar lo increíble

que eres con humildad:


Tampoco te la creas, ser increíble

es sólo una forma de ser,

y ni siquiera eres el único.


martes, 18 de junio de 2024

El orden alterador

 

(Horacio Ruminal)

 

Hoy recabé de más,

informo a mi diario íntimo

antes de volcar otras palabras.


Es natural volcarlas en algún lado,

sea por vía oral, escrita u otras:


Estamos sobrecargados de palabras;

es necesario deshacerse de una parte

y darle algún destino a los excesos.


Habiendo recabado, dispongo de más

información de la necesaria. Luego,

hay que procesar, ordenar y descartar

el remanente inútil.


Las palabras contienen información,

ese es su sentido útil. Pero cuando

se juntan producen otros, que pueden

llevar a cualquier parte, sin un control

inteligente y responsable.


Pertenecen a otro orden, distinto del

Natural: Sólo nosotros, suscribimos

y habitamos más de un orden.


Esta condición, exclusiva de la materia

inteligente y autoconsciente que nos ocupa,

es la que nos impulsa a desarrollar la

inteligencia superior.


Con ella, logramos alterar ciertas

condiciones y desarrollarnos en distintos

órdenes o disciplinas, incrementando las

propias capacidades naturales o adquiridas

y emitir órdenes a los subalternos.


La producción de conocimiento nunca

se detuvo: Produce evolución continua

y nos eleva, no sabemos hasta dónde.


Sabemos que nada es definitivo

y todo puede cambiar, ordenarse mejor

y emitir mayor utili:dad.


Ya nadie duda que todos los animales

son nuestros subalternos: Pertenecen

a la categoría de recursos naturales,

algunos más útiles que otros.


No es poco, pero no era suficiente:

No nos conformamos, y logramos replicarlo

en el orden interno de la propia comunidad

humana: Una buena parte revista como

subalterna, en otras palabras: Recursos

humanos.


Algunos adelantados van más lejos,

y hablan de capital humano:


Entienden que el capital es lo único que va

a sobrevivirnos, junto a las cucarachas y

las ratas que aún no domesticamos.


¿Un exceso?


Todo orden se establece alterando otros,

a menudo destruyéndolos, según información

confiable.



lunes, 17 de junio de 2024

Virtudes y propiedades del lodo

 

(Nicasio Uranio)

 

Sin lodo

no crece el loto.

Es todo.


Honra lo que toques

en el correr del lodo.


No te enlodes por nada,

mide el valor de tus deseos

y evita convertirte

en tu propio antídoto.


No hay un lodo propio,

aunque sí, formas de enlodarse

y ningún lodo nos es del todo

ajeno:


Hay que darse, ensayar, enlodarte

hasta encontrar tu modo.


El lodo es como el ritmo:

Hay que seguirlo hasta encontrarlo

habitable y cómodo.


Sólo que el lodo no se descompone

en cuerpos cultivables enlodados.


No es mucho lo que puede cultivarse

en lodo, pero la cantidad no importa:

es todo.


II

No te precipites: No todo lo que brilla

es lodo. No brilles ni reflejes destellos

que podrían ser apócrifos.


Mejor, refléjate en el lodo

aunque no sea del todo tuyo:


Hay un lodo público,genérico y de todos.

Examina el pubis, mira tu propio escroto

sin expectativas.


Sin lodo no crece el loto

¿es todo?


No, no todo es lodo lo que fluye

pero deberías enlodarte algo

para conocerte:


No olvides que el lodo no se descompone

en cuerpos y miembros dados.


Procedemos del lodo.

Honra tu proceso:


Todo es un proceso,

sólo eso.


No proceses el lodo recibido

aunque lo creas tuyo

a semejanza de tu cuerpo.


Antes enlódate

como nos es dado.


domingo, 16 de junio de 2024

El perdedor de tiempo

 

(Aparicio Custom)

 

El perdedor de tiempo

no se reconoce a simple vista.


No se diferencia mucho

de otras criaturas ambulantes

que pierden el camino.


Es difícil identificar a un perdedor

auténtico del tiempo, hasta después

de un tiempo.


Él no se reconoce en esa relación

ni se muestra perdido: Puede tener

amigos como vos, como nosotros

o cualquiera que transite este tiempo

con sus dudas temporales a cuestas.


En relación al mundo de lo real,

puede ganar y perder como cualquier

prójimo genérico.


No es consciente de todo lo que declina,

y lo que resigna al no saber aprovechar

su tiempo.


En tiempos de crisis como éstos, nadie

sensato y responsable perdería el tiempo.

Sabe que hay un castigo a esa práctica:

Toda pérdida tiene un costo.


Pero él no se reconoce:

Su indiferencia puede confundirnos

y hacernos perder el tiempo.


El perdedor de tiempo, nativo, o por opción

no toma ningún recaudo: Emprende la

pérdida continua sin asimilar las enseñanzas

del fracaso.


No se anoticia de su fracaso en tiempo y forma.

No se reconoce en esta relación, y nunca llega

a ser consciente de lo que perdió.


Ni siquiera sabe que ahora, mientras pierde

su tiempo vacilando, dilapidando sus recursos

biológicos y cognitivos y desaprovechando

oportunidades, tiene los días contados.


Si fuera consciente de que el tiempo perdido

no se recupera, al menos podría arrepentirse.


 


Para el día del padre

 

(Serafín Cuesta)

 

Los hijos van y vienen,

un padre es para toda la vida.


Los hijos vienen y van,

se van, después no vuelven

aunque permanezcan hijos.

Y se vuelven padres de otros hijos.


Todo padre es también hijo

de otros hijos que se volvieron padres.


Siempre se vuelve:

El hijo nunca elige

ni a sus padres, ni a sus hijos.


Todos descendemos de elecciones

azarosas y relaciones ajenas, pero

los lazos de sangre no se deshacen

nunca, aunque parezcan débiles o

frágiles o endebles.


Todos descendemos, siempre supimos

descender de leyes y mandatos naturales

que nunca elegimos.


Es la ley de la vida: Algunos son mejores

hijos que padres y también lo inverso.


No sé que es mejor, un hijo puede ser una

buena inversión y hasta una oportunidad

de crecimiento. Pero no es nada de eso:


Tus hijos no son tus hijos, no te pertenecen

ni son propiedad de nadie.


Tu padre, en cambio, sí: es tuyo y es el único,

aunque no sea lo que hubieras deseado:


Un padre es para toda la vida, aunque esté

muerto. Ya todos lo estaremos, es la ley

de la vida: ese vaivén que nos permite

ejercer como padres, hijos y algunas otras

cosas.


Es para celebrar, como hijos, padres, tutores

o encargados, antes que sea tarde.


sábado, 15 de junio de 2024

S.R.L.

 

(Tomás Mercante)

 

Las siglas se releen y todo el mundo

sabe lo que significan, son parte de

nuestro patrimonio cultural.


Algunas metáforas penetran, se incorporan

a la cultura de los pueblos como un virus

a los cuerpos u organismos animados:


Las tenemos adentro.


Como los dogmas de la fe, los hábitos,

costumbres y valores heredados, están

siempre disponibles y dispuestas

para dar respuesta a las necesidades naturales

del tejido social, ese cuerpo dudoso.


Las metáforas nos unen, como la necesidad:

Vos también la tenés adentro. No hace falta

el sustantivo, el sentido fluye sin resentirse,

concentrado en lo que no se nombra.


Las metáforas tienen dos partes o miembros

que entablan una relación analógica.


Hay poetas que trabajan con metáforas,

propias o no, y otros que no. Pero todos

conocen el secreto de su arte:


Decir sin nombrar rinde más utilidad

que extenderse en el uso de adjetivos.


No hace falta abundar en palabras y artificios

retóricos sobre aquello que todos sabemos.

Ni siquiera hace falta la metáfora:

Cuando es perfecta, entra y cabe en una sigla:

L.T.A.


Ahora todos la tenemos adentro, es parte

de nosotros. Después habrá que ver si está

bien o mal, según cada quién se autoperciba,

si era lo deseado y si fue consentido.


El sentido fluye sin resentirse,

no importa de qué lado estés.


viernes, 14 de junio de 2024

tomar conciencia con moderación

 

 (Epifanio Weber)

 

¿Sabías que en una conciencia normal

circulan unos 7000 agentes tóxicos?


Las cifras son variables y están

en desarrollo; manejamos promedios.

Pero algunos serían necesarios para

integrarnos al medio, a la sociedad de

consumo y ser parte de algún mercado.


El mercado produce casi todos los sentidos

de circulación vigente y contiene todos

los agentes tóxicos que necesitamos

para una integración sana y a conciencia.


jueves, 13 de junio de 2024

Propiedades del silencio

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Un silencio recurrente

circulaba sin merma invadiendo

todas las dependencias de mi

propiedad horizontal.


(El silencio sabe extenderse en forma

vertical u horizontal)


No puedo extenderme mucho sobre

él, pero me preguntaba: ¿Hasta qué

punto podía considerarlo mío?


¿Me pertenecía? ¿O provenía del pasado

y su existencia era anterior a mi escritura?


¿Hasta dónde podría incluirlo entre mis

bienes como propio?


¿Era siempre el mismo que circulaba

por necesidad, como un hábito aquerenciado

al lugar, o era una mera réplica de otros

precedentes?


Es cierto que yo buscaba algo tranquilo,

cómodo y silencioso para poder concentrarme

en mi actividad sin distracciones indeseables.


Uno siempre depende del entorno ambiental,

natural o artificial, y sus accidentes. Pero mis

aspiraciones no contemplaban esta versión

del silencio recurrente y su pronunciamiento

excesivo.


Todavía puedo circular con normalidad

por mis dependencias, pero no sé hasta

cuando.


Podría tolerarlo si supiera que es

un silencio cómplice. 


miércoles, 12 de junio de 2024

Sueño ungular

 

(Serafín Cuesta)

 

                A Encarnación Segura

 

 

La próxima vez

quisiera encarnar en una uña

de marsopa.


La uña encarnada en marsopa

es doble encarnación, es decir

encarnación segura y más:


La marsopa no sabría qué hacer

con su uña encarnada, sola y en

el mar, y es así como nace el poema

que parece sopa aunque no sea.


En ese mar que parece sopa

aunque no sea ni océano.

Pero se toma, como tantas cosas

que se toman por lo qué no son.


¿Qué otra cosa es el poema?


Es lo que nada: La marsopa con su uña

encarnada sin necesidad nadando así,

en esa sopa cósmica y casi primordial

que pareciera un mar donde una mariposa

se posa por azar en la marsopa sin otro

desengaño.


Mientras el mundo se enfría

desde la periferia hacia el centro,

un proceso lento pero seguro.


martes, 11 de junio de 2024

Poema libre de contaminación ideológica

 

(Serafín Cuesta)


No comparto mi ideología,

tengo mis principios

y mis propios valores:


Son tan míos como ideológicos.


Hecha la salvedad, nadie está

a salvo del sesgo ideológico de

libre circulación.


La ideología no descansa, fluye

en todos los sentidos como el

lenguaje mismo, y sabe estar

agazapada en el enunciado menos

sospechoso y más banal:


Las palabras no son neutras, si lo

fueran no serían muy útiles.


La ideología nos divide, pero también

nos une. Es un lugar de pertenencia

nada despreciable, a sabiendas de que

hay que pertenecer, como dijo el poeta.


Luego, no compartas tu ideología con

el poema; no la necesita.


Yo nunca comparto lo propia ideología

en mis poemas, en eso soy riguroso.

Aunque no pueda dejar de compartir

otras.

lunes, 10 de junio de 2024

Prioridades

 

(Elpidio Lamela)

 

-Sueño con palabras, Dr.


-Está bien, los sueños son significantes,

como las palabras. Siempre dicen algo

más o menos legible. ¿Cuáles son las

palabras soñadas?


-No sé, no lo recuerdo. Pero en el sueño

se articulan y arman oraciones que componen

fragmentos de un poema que escribo, siento

que lo escribo y que lo voy a volver a escribir

cuando salga de ahí.


-¿Está seguro de poder hacerlo?


-Sí.


-¿Y lo hace?


-Sí, pero escribo otro. Aquel se pierde y sólo

queda la sensación de haberlo hecho, es placer

de concebir y realizar, algo como certeza de

un conocimiento inasible.


-¿Está seguro de haberlo perdido? Es posible

que algo quede en el inconsciente y se exprese

bajo otra forma.


-Queda la sensación de la pérdida, y con eso

no se puede hacer mucho…


-¿Y el otro, el que en realidad escribe?


-Siempre es otro, ajeno al soñado, que surge

de la búsqueda de recuperar algo de aquel.

A veces captura una palabra, y reconozco su

procedencia. Pero una palabra sola no puede

hacer nada.


-¿Está seguro?


-No, ¿Por qué tendría que estarlo? ¿Qué importa

eso, acaso tiene alguien algún motivo para estar

seguro?


-Bueno, depende en qué contexto, hay distintos

niveles de seguridad.


-Perdón, ¿Por qué insiste con esa pregunta

recurrente? ¿Qué tan importante puede ser

la seguridad en esta vida incierta y azarosa?


-Bueno, es que tengo como auspiciante a

una empresa de sistemas de seguridad y tengo

que repetir ese mensaje con cierta frecuencia:

La seguridad es una prioridad. Ud, sabe, la

situación está difícil para todos y no se puede

mantener un arancel accesible sin hacer algunas

concesiones…


-Ah, me quedo más tranquilo…


-Sí, quédese tranquilo que no es nada personal.

Lo mismo le pregunto a todos.


-¿Y qué dicen?


-Nada, lo aceptan con naturalidad. Si estuvieran más

seguros no vendrían acá...


-¿Y qué dicen del auspiciante?


-No, no lo saben, es parte del secreto

profesional. No tienen por qué saberlo, 

con Ud. hice una excepción.



Licencia Creative Commons
http/:Demolicionyobranueva.blogspot.com por José Luis Greco se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en Demolicionyobranueva.blogspot.com.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Demolicionyobranueva.blogspot.com.