(Elpidio Lamela)
Hay una fraudulencia solapada
en el deseo más puro.
El vuelo de un mucílago anodino,
incluso en el desborde de la glándula
anhelada, puede servirte y como,
para estandarte en su argumento.
El comején puede tener un mal día
como todo el mundo, pero no pregunta
cuánto es, antes de elevar una oración.
Espíritus hay tantos como cuerpos,
o acaso más. Identificarlos es trámite
engorroso para una termita, un comején
o cualquier mortal que emita alguna
clase de excremento.
Cualquier cosa que se arrastre o repte
tiene derecho a su reproducción:
En el futuro, sólo habrá reproducciones,
como ahora.
El ave errante sigue el curso superior
de su deseo ¿El tuyo es mejor?
La reproducción es el segundo signo
vital que se conoce, pero es anterior
a toda producción.
¿Hay que ser blando en el amor?
¿Debe ajustarse a los recursos de las partes
y a la pureza del deseo que se blande?
Para ser justos, habría que completar el mapa
genético y contemplar en forma objetiva
su cadena de argumentos.
Ahora, la llegada del comején a tu hogar
tiene un significado espiritual: No te
precipites a combatirlo como si fuera un
prójimo genérico.
¿Sólo la pereza conduce a la pureza?
Ser blando no significa relajarse:
Un bálano blando no sirve
para mucho en el amor.
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