(Nicasio Uranio)
¿Cuánta fuerza empleaste hoy en defecar?
Podrías haber dispuesto esa energía
para elevar una plegaria por todos
los metabolismos mal correspondidos,
por ejemplo.
El amor es energía, disponemos de una
cantidad acotada y somos libres
de darle el destino correcto, como
cualquier otro.
Estamos hechos de amor, entre otras
cosas. Pero si pones por delante tu
metabolismo nunca encontrarás
el camino para elevarte como una
plegaria, y alcanzar la gracia.
Somos energía en movimiento,
emanación divina sobre los campos
magnéticos donde se cuece el tiempo
de la siembra y la cosecha.
Quien controle sus impulsos
y administre su propia energía
con sensatez e inteligencia
gozará de la aprobación divina.
No hay energía propia: Todo
metabolismo se nutre de otros.
Podrías elevar una oración
por toda esa energía usurpada,
confiscada, que ahora dilapidas,
o una plegaria por la musculatura
lisa y los movimientos peristálticos
del mundo.
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