martes, 31 de diciembre de 2024

El ángel desconocido

 

(Amílcar Ámbanos)

 

El cebo encebollándose

con propiedad


a la sombra del placebo elemental

que asoma, idéntico a sí mismo

bajo el ala del sombrero de copa


cuyo contenido no es apto

para este momento: podría

despertar suspicacias que vacilen

y derramen como lágrimas inéditas


descendiendo de un ángel desconocido

como cualquiera que pela una cebolla

ajena.


Esta cebolla ajena al poema

amancebado con el cebo

encebollado podría producir adicción

a los débiles de espíritu, remedando


el beso algodonoso que nos debe

la muerte, esa madre no reconocida.


domingo, 29 de diciembre de 2024

La cadena de valor

 

(Cósimo Stancatto)

 

Sin producción, no hay reproducción

posible: Lógica pura.


Las palabras que emitimos, con o sin

sonido, son reproducciones que sostienen

el discurso que nos comunica con el otro

y con nosotros mismos.


Podemos reproducirlas, porque antes

fueron producidas, como el sentido que

reproducimos como sujetos emisores:


El sujeto es producto de la reproducción

que nace con la división.


Nosotros siempre nos reprodujimos

y lo seguimos haciendo con éxito:


Somos producto de la reproducción

encadenada, como otros productos

proceden de la cadena productiva

que procede de la división del trabajo.


Honremos las cadenas de significantes,

que junto a todas las cadenas y eslabones

nos unen a todo lo que se reproduce:


No te dejes ningunear por nadie,

no te desvalorices ni permitas que tiren

abajo tu autoestigma.

 

El eslabón más insignificante, es parte

de alguna cadena que espera reproducirse

o ser reproducida:


El derecho de reproducción es inalienable

y propio de todas las cadenas.


Se produjo un error,

es posible que se reproduzca,





sábado, 28 de diciembre de 2024

Señales equívocas

 

(Tomás Lovano)

 

No pude mirarme a los ojos,

no me atrevía a sostenerme

la mirada.


Señal inequívoca de que me

había mentido, o me ocultaba

algo.


Señal inequívoca, o equívoca,

no dejaba de ser una señal:


Es para sospechar de quienes no

miran a los ojos, algo estarán

ocultando;

 

Hay cantidad de señales ocultas.


Yo creo que todos tenemos algo

que ocultar, así como tenemos

algo que ocultarnos, de un lado y

del otro: No es ningún secreto.


Sin ir más lejos, sabemos que la

primera persona del plural es la

más engañosa:


Nadie sabe bien qué hay ahí,

parece un aguantadero;  hay

personas que no son para

confiarnos. 


Avistaje de ángeles

 

(Aquino Lamas)

 

Los ángeles caen como moscas.

Mirá, ahí cayó uno:


Ni se dio cuenta, está como aturdido,

no sabe qué hacer, se siente extraño

y mira sin entender.


Son así, ni debe saber por qué cayó,

se estará preguntando, quién sabe.


Algo habrá hecho, nosotros no

sabemos.


Vienen cayendo como moscas, los

ángeles. Tal vez no sean tan numerosos,

no molestan y ensucian menos que las

moscas, esos seres desangelados.


Ahí se está incorporando, son tan

livianos que no mueren al caer y

pueden reincidir en forma indefinida.


Quién sabe cuantas caídas tiene

encima este infeliz…  Es difícil

calcular la edad de un ángel.


Ahora está buscando un baño,

no sé de qué género, él sabrá,

no sé si sabe.


Ser ángel es extraño, no sabés donde

podés llegar a caer...



jueves, 26 de diciembre de 2024

El fracaso del prójimo

 

(Dudamel Rambler)

 

Ya fracasé como prójimo,

era amigable en condiciones

normales, aunque no tan

accesible como era esperable.


No creo que haya que esperar

mucho de un prójimo genérico.


No compartía algunos códigos

comunes entre prójimos:

Tengo los míos.


Confundía los términos, las cláusulas,

los tiempos y los prójimos:


Son muchos, los números copiosos

producen confusión, más aún cuando

no dejan de reproducirse.


La reproducción es un éxito, nunca

hemos dejado de reproducirnos, ni

en las peores condiciones:


Todo el mundo espera que nos

reproduzcamos en cualquier sentido

para disponer de más prójimos:


Todo prójimo puede evolucionar en

recurso, para otro prójimo. 


Como prójimo, no podría cuestionarlo:

Todos procedemos de una reproducción

ajena.


Pero ahora no sé, creo haber fracasado:

Confundo al semejante con el prójimo.


Con otros animales no me pasa, me siento

un semejante aunque hay cosas que no

compartimos.


No se puede compartir todo; hay cosas

que no se comparten. Cualquier sujeto

simple o compuesto lo sabe, aunque no

se autoperciba animal.


Yo respeto a todos por igual, sean

prójimos o semejantes o vacilen

entre un estado y otro:


Fracasé como prójimo,  como sujeto 

no está dicha la última palabra.


Deberes

 

(Periferio Gómara)

 

Ya hice todo lo que

no tenía que hacer.


Ahora descanso sobre

mis laureles: No recuerdo

haberme laureado, pero no

necesito hacer memoria.


Ni para descansar, ni para

encebollarme como es debido

en este verbo soberano, tomar


el laud y elevar una oración

cantable e irreproducible

a las divinidades más sensibles

e inverosímiles, 

 

a las constelaciones conocidas 

de soldados desconocidos

y al láudano del prójimo.


miércoles, 25 de diciembre de 2024

Relaciones tóxicas: Producción y reproducción

 

(Horacio Ruminal)

 

Entre las relaciones tóxicas,

las relaciones de producción

ocupan un lugar relevante:


aceptamos la contaminación

sustentable que producen,

como parte de un costo inevitable.


(Es cuestión de optimizar el tratamiento

de los efluentes más nocivos)


Todos mantenemos alguna relación

con la producción, incluso los pasivos

y los ociosos por naturaleza que no

ptoducen nada: Ellos también consumen,

como todos.


Consumo y producción se necesitan entre

sí, un vínculo entrañable que sostiene las

relaciones de producción:

Necesidad recíproca, aunque no simétrica.


Las relaciones de producción son diversas

y no son las únicas tóxicas. Pero determinan

todas las formas de relación entabladas en

una sociedad de productores y consumidores.


Estas relaciones, no serían tóxicas si las

personas se relacionaran libremente para

producir, compartiendo el trabajo y su

producto.


Pero las condiciones que hoy reinan son

otras: Nos vemos obligados, no sólo a producir

sino a vender el trabajo, que ocupa la mayor

parte de nuestro tiempo y de la vida, a cambio

de una remuneración que ni siquiera asegura

la subsistencia.


Se produce para el consumo, en una relación

de necesidad recíproca, pero no simétrica:

Algunos pueden consumir mucho más de lo

que producen, y mayormente lo inverso.


Las relaciones de producción contaminan todo

el espectro de relaciones que entablamos entre

humanos, y con otros animales.


No podemos afirmar que la producción, en sí

misma sea el origen de todas las relaciones

tóxicas que estamos desarrollando, tanto entre

nosotros como con otros animales y con el

lenguaje.


Pero es sabido que nos debemos a la producción,

que es lo que nos une y organiza como sociedad.

Y que toda producción contamina, incluyendo la

producción de sentido.


Aceptamos el costo social consentido, y nos

desintoxicamos como podemos, aspirando a

un equilibrio sano, que nos permita desarrollar

relaciones cada vez más productivas.




martes, 24 de diciembre de 2024

Vasos de sangre

 

(Cipriano Wilson Cifuentes)

 

No te ahogues en un vaso

de sangre:


Mirá cuánta ha corrido en estos

pocos siglos de Historia Civilizada

y sin embargo, nada se detiene:


Todo sigue como si nada,, salvo

aquellas vidas que se perdieron;

igual se iban a perder en algún

momento.

 

Ríos de sangre siguen su curso

fluido y vital: No nos podemos

bañar dos veces en la misma,

la sangre siempre se renueva.



La Historia tiene su costo, mirá

si nos vamos a detener a contar

las víctimas…


Ahí sí, que el enemigo nos pasa

por arriba sin más trámite:

La sangre enemiga no descansa.


No te ahogues en un vaso de sangre

no identificada, hay otras opciones

y vasos de sobra.


Y hay distintos tipos de sangre

aptas para consumo humano.


lunes, 23 de diciembre de 2024

Sueños olvidables

 

(Asensio Escalante)

 

Soñé con personas desconocidas.

Estarían de paso por el sueño,

calculé.


Pero siempre es bueno conocer

gente nueva y ampliar el círculo

de relaciones conocidas.


Siempre se puede ampliar todo,

con buena voluntad, más allá de

la necesidead.


Todas las personas son desconocidas,

hasta trabar relación.


Después clasificamos: conocidos, allegados,

amigos, amigos más entrañables, hasta

estrechar el círculo de indispensables si los

hubiera.


Luego, hay una dinámica con ascensos y

descensos, cambios de categoría y naturales

olvidos.


Los sueños suelen ser olvidables como las

personas desconocidas que nos cruzamos

cada día.


Pero es de sospechar, que con todas hay algo

en común: En el sueño, ya casi olvidado,

aparecían nombres de personas muertas que

sí conozco.


Acaso fueran conocidas de ellas, no puedo

saberlo. Los sueños son algo misterioso, casi

como la vida.


Pensé en eso: Cómo sobreviven los muertos

en el sueño de los que aún no acabamos de

morir.


Es probable que nos pase, también, eso de

estar de paso por sueños ajenos, y que 

no nos reconozcan.


La seguridad es la mejor inversión

 

(Aparicio Custom)

 

El riesgo circula por doquier,

es mejor estar a resguardo,

acogerse a algo sólido y seguro

como una pared.


Las paredes, sean pares o impares

u opuestas por el vértice, no circulan

ni corren riesgo de salir de circulación

como los cuerpos o sujetos que

envejecen.


Éstos reducen sus movimientos

en forma sucesiva y consecutiva,

hasta alcanzar la unidad completando

el verdadero estado de reposo.


Ahí ya no hay riesgos que correr

o circular, pero antes de lograrlo

conviene tomar un seguro de vida.


sábado, 21 de diciembre de 2024

El poema encomiable

 

(Horacio Ruminal)

 

Todo lo que escribas puede ser

tomado en tu contra, rezaba el

predictor en el poema.


Era un poema encomiable:

Su economía de adjetivos hizo

que no quedara ninguno, sólo

el encomiable del título.


Lo que vale, es aquello que no

necesita adjetivos para producir

sentido:


En verdad, los adjetivos no lo

producen, son pura agregación

que vive del sentido ajeno.


Son intercambiables y están de paso

por el sentido, como la primavera.


¿Vos también creías en la primavera?


Es como un adjetivo, cargada de aromas,

colores , sensaciones que vienen y se van

como un suspiro, sin ningún destino.


¿En serio creías en la primavera?


Son las 0.30 del 21 de diciembre: Ya no

existe, se fue como un suspiro y ahora

viene lo peor, el tórrido verano: 

te lo trae ella.


¿Qué quedó de la dichosa primavera?

Nada, es más efímera que cualquier

poema de amor o pasatista.


Todo lo que escribas puede ser

tomado en tu contra, advertía el predictor

incorporado al poema encomiable.


Lo que no escribas, también.

Pero al menos vas a gozar del beneficio

de la duda.


viernes, 20 de diciembre de 2024

Abonos naturales

 

(Serafín Cuesta)

 

El guano de iguana,

como el de gusano,

es un buen fertilizante.


Lo mismo que el estiércol

de guanaco, jamelgo o

cualquier otro solípedo

doméstico. 


O el de las aves que vuelan,

no importa a qué altura,

abonando nuestra tierra triste

y obscura.


No ocurre lo mismo con el

excremento de nuestras mascotas,

ellas comen lo que les damos,

y les damos lo que podemos:


Hasta los restos de nuestra comida

plagada de venenos rebautizados

fitosanitarios.


Su guano no nutre, ni enriquece a

la tierra, sino que la contamina.

Aunque no tanto como el nuestro:


Fuera de su valor contaminante,

no posee ningún valor residual.


Por favor, abone con cambio. 




jueves, 19 de diciembre de 2024

Un poema desmadrado

 

(Olegario Saldívar)

 

No tengo un público muy exigente,

algo ventajoso en tanto me permite

expresarme con libertad, sin preocuparme

por la crítica, ni sentirme condicionado

por la necesidad de ser aceptado por

ojos más rigurosos y exigentes.


Mis poemas bucólicos, paisajistas, están

siempre dentro de una lírica pasatista,

que suele gozar de cierta aceptación:


Una aceptación parcial, como suelen serlo

casi todas, pero nunca aspiré a otra cosa:

No soy muy exigente con mis aspiraciones.


Hace poco estuve a punto de dar un paso en

falso: me aventuré en un poema con un

marcado sesgo filosófico, que hasta incluía

preguntas inoportunas y de gusto dudoso.


No las respondía, ni respondía a nada.

No puedo precisar a qué respondía esa

escritura: Lucía un tono tan obscuro, que

no sé si era un poema.


Por suerte me detuve antes de terminarlo,

y una vez discontinuado retomé mis pasos

y volví a mi paisaje natural.


miércoles, 18 de diciembre de 2024

Países grandes y pequeños

 

(Serafín Cuesta)

 

Hay países grandes y pequeños,

algunos demasiado grandes,

otros tan pequeños que pasan

desapercibidos en el mapa.


Todos quieren crecer, aventuran

algunos. Creen que todo debería

crecer en forma continua e indefinida,

como lo hacen las industrias más

prósperas:


La bélica, la farmacológica y las

industrias del conocimiento.


Las industrias no compiten entre sí

como pasa en el concierto de las

naciones grandes y pequeñas:


Al contrario, pueden asociarse y

aumentar la tasa de ganancias y

de crecimiento.


La carrera armamentista nunca se

detuvo, y nada indica que vaya a

hacerlo: Es útil para asegurar otros

negocios que facilitan la expansión,

una forma de crecimiento.


Nadie duda de la naturaleza expansiva

manifiesta de nuestra especie:

Lo hicimos siempre y siempre funcionó.


Todos nuestros límites son dinámicos y

provisorios, como las cifras disponibles

de producción y consumo de un país,

nación o estado.


Todos nuestros estados son provisorios,

como el movimiento de los mercados,

flujo y reflujo de capital e intereses

devengados y como nosotros mismos.


Hay países grandes y pequeños, todos

tienen sus armas para defenderse y

seguir creciendo, o para expandirse

y ganar terreno: 

 

Una aspiración saludable y natural, 

todos queremos ganar terreno, de un

lado u otro del océano, al mar o a lo

que sea.


Cuesta mucho mantener un estado dentro

de sus límites, no importa su volumen ni

categoría.


Hay países tan pequeños, que podrían

desaparecer del mapa sin que nadie se 

alterara ni se enterara:


Es probable que haya desaparecido alguno

mientras leemos un poema pasatista como 

éste.


Esos países pequeños, sólo pueden confiar

en sus armas, como lo hacen los grandes.


Hay países tan pequeños que su crecimiento

se ve condicionado y limitado por la falta de

espacio: Acumulan más armas que habitantes.


martes, 17 de diciembre de 2024

Sin nosotros, la vida carecería de sentido

 

(Onésimo Evans)

 

¿Qué es la vida, una ilusión,

una sombra, una ficción?

¿Un frenesí que pasa y nos

olvida?


No: la vida es una condición

que compartimos con una amplia

diversidad de organismos animales,

vegetales y otros de pertenencia más

dudosa.


Se desconoce su origen y su fin.

Del resto sabemos bastante: Se trata

de una serie de funciones articuladas,

encadenadas de modo secuencial

para facilitar el trabajo:


El trabajo es lo que da sentifdo a la

vida, el resto no importa tanto.


Hasta ahora se desconoce su origen

y su fin. Pero dsscontamos que, si

alguien puede averiguarlo, somos

nosotros, la expresión más evolucionada

de la materia orgánica conocida.


Más allá de toda ilusión, la conquista

de la conciencia nos coloca en un plano

superior:


Los únicos que producimos conocimiento.

Cada vez sabemos más del mundo que nos

rodea y de nosotros mismos. No es poco

lo que hemos conseguido, pero aspiramos

a más.


Tenemos objetivos y desarrollamos recursos

para lograrlos: Somos los únicos capaces de

producir utilidades, con fines y propósitos

bien diferenciados:


Algunos, nos involucran a todos como especie.

Sólo nosotros reconocemos el costo de la vida,

lo aceptamos como natural y nos inclinamos

a los fines del lucro, que es lo único que nos une.


lunes, 16 de diciembre de 2024

Membranas del alma

 

(Absinia Bending)

 

El aleteo impar

de algo que no veía

aunque presumía un cuerpo,


interrumpió el desvelo

de mi alma vacilante como

un ritmo irregular idéntico a

sí mismo y discrepante

respecto a la unidad.


La sensación de ese batir

de alas o su equivalente, se

tornó ambigua como significante

convirtiéndose en una suerte

de música iletrada.


El alma, masculina o femenina

la incorporó con una naturalidad

extrema que no podría reproducir


(El regocijo de las almas, en cualquiera

de sus géneros, es ajeno a toda forma

de reproducción)


Éstas son las cosas que hay

que agradecer de este mundo,

aunque no sepamos a quién

ni cómo.


domingo, 15 de diciembre de 2024

Historia luminosa

 

(Onésimo Evans)

 

El rutilar rotundo de la rutina

en la retina de una tierna

rata de campo, podía observarse

a simple vista.


De a ratos compartimos distintos

campos, según la capacidad y los

niveles perceptivos, algunos ya son

propios del pasado.


Todos compartimos algún pasado:

Una parte de lo que somos es materia

compartida.


Pero sólo nos pertenece el verbo

compartir, suficiente para que

compartamos casi todo.


Nuestra rata de campo, puede acampar

en cualquier parte y anidar, lo mismo

que una urbana, creyente o pagana.


Todos los mamíferos tenemos nuestras

rutinas, dentro y fuera del campo

experimental o popular, gracias a Dios


que todo lo ilumina y protege nuestro

brillo superior.


sábado, 14 de diciembre de 2024

Cotizaciones

 

(Epifanio Weber)

 

¿Sabés lo que vale esta firma?


A ver… ¿alguien sabe cuánto vale?

Escucho ofertas:


No, claro, qué van a saber…

Si ni yo, sé. Así estamos:


nadie sabe nada y el que sabe

se hace el gil.


Quién sabe si supieras…


Ojo, yo algo supe, pero después

me arrepentí: Para lo que hay que

saber… ¿para qué sirve, si nadie te

lo reconoce?


Pensé, y no quise saber más nada.


Los que saben dicen que es mejor

no saber, que si bien no te vuelve

inocente, al menos vas a gozar de

saberte inimputable.


¿Sabés lo que vale una firma como ésta?

Andá a saber… Si valiera algo ahí nomás

voy y la negocio, la convierto en efectivo.


No sé, tal vez tendría que ponerla en valor

primero y escuchar ofertas, no sé, quién

sabe...

¿Quién oyó?


viernes, 13 de diciembre de 2024

Los valores distintivos de la lágrima de ángel caído

 

(Eleuterio York)

 

Una lágrima de ángel caído

supera a la del ángel común

o genérico, en algunos valores.


La condición de aquel,

cuya caída antecede a la de

su lágrima, multiplica el valor

v, igual a velocidad del fluido

ocular designado como lágrima.


La caída, esa función entrañable

propia de todos los cuerpos, se ve

afectada por el participio del ángel:


La lágrima cae por sí misma, desde

el ángel y cae también con él:


Ha caído, vuelve a caer: Repite y

reproduce la gravedad del mundo,

de la que no escapa ningún ángel

o aspirante, caído o por caer.


jueves, 12 de diciembre de 2024

Reflexiones al pie del camino

 

(Nicasio Uranio)

 

Estamos dando los primeros pasos,

pensó el viandante en una pausa

del camino.


El camino es largo, no sabemos

cuánto ni hacia donde va. Tampoco

si es el verdadero, o al menos el

correcto.


Abandonarlo es peligroso, no

hay certezas y los que lo hicieron

no volvieron, cuentan los que siguen

en camino, en este camino.


No podemos dejar de andar:

Si nos detuviéramos a volver la vista

atrás, veríamos la huella de los pasos

que siempre se han de volver a pisar:


Los del error no forzado.


Pero sólo estamos dando los primeros

pasos: No llevamos mucho tiempo

aquí, y mucho menos como peatones.


Descendemos de los árboles, no

terminamos de aprender a descender.




martes, 10 de diciembre de 2024

La evolución del humo

 

(Horacio Ruminal)


El humo es tan humano

como uno.


El humo es uno con el

humano y su consumo:


El consumo de humo

es algo propio y exclusivo

de humanos.


La conquista del fuego, fue

capital para producir evolución

y humo para consumo humano.


Sólo nosotros consumimos.

A ningún otro animal le atrae

el humo, ni siquiera el de carne:


Los carnívoros la prefieren cruda,

y en lo posible viva.


Ellos no codician, ni desean

nuestros humos: Saben respetar

la propiedad humana.


Se mantienen ajenos a casi todos

nuestros vicios y ambiciones, al

valor del sacrificio y a la vocación

de servicio:


Un animal no tierne aspiraciones ni

deseos, sólo obedece su instinto

de criatura elemental.


Entre ellos, apenas intercambian fluídos

y sonidos sin sentido. Carecen de valores

intercambiables:


No podrían entender la complejidad de

los goces humanos, nuestras pasiones,


ni la compraventa de humo


lunes, 9 de diciembre de 2024

Mr. Peaton

 

(Aparicio Custom)

 

Peaton, no sólo se consideraba

un peatón hecho y derecho, sino

que se autopercibía un peatón

eximio.


El peatón desciende del mono, como

éste del árbol, Peaton lo sabe, y no

cree que eso deba menoscabar su

orgullo.


No vacila en ganar la calle y sumarse

a la marcha del orgullo primate, junto

a otros peatones que cada año celebran

su condición binaria: simio – peatón.


No importa dónde se encuentre, Peaton

no se siente extranjero en ninguna parte

bajo ninguna circunstancia:


Soy Peaton, el peatón nativo, aquí, allá 

y en las antípodas. Nunca fui turista, ni

viandante, o transeúnte. Soy el auténtico

peatón que sabe honrar su condición:


Siempre de pie, como esta P.


II

A Peaton no le pesan sus pies, ni su pasado

arborícola.


Los árboles mueren de pie, como cualquier

peatón atropellado. Los que atropellan al

peatón, suelen ser peatones renegados, piensa

Peaton.


Él no reniega de su ancestro mono, desciende

sin contradicción a diferencia de Platón, que

no se reconocía ni simio ni pariente:


A Peaton no le importan los oráculos, ni los

dioses del Olimpo u otras criaturas, surgidas

de aspiraciones excesivas de peatones inseguros

o fracasados.


Peaton no lee a Platón, ni a Sócrates. Es indiferente

a Pitágoras, a Melitón, a los presocráticos y a los

presos políticos.


Su única filosofía es el camino

que sus pasos trazan al pasar,

más allá de la senda peatonal.


Algunos le dicen Piton, otros Peaton; él lo

acepta sin ninguna corrección:


Pronunciaciones, acentuaciones, interpretaciones

y pronunciamientos son cosas de peatones. que

siempre supimos estar de paso.

 


domingo, 8 de diciembre de 2024

El verdadero discurso propio

 

(Serafín Cuesta)

 

Nunca tuve un discurso propio.

Fuera de eso, interactuaba sin

dificultad y mi vida discursiva

se desarrollaba con toda normalidad.


Nunca tuve un discurso propio,

ni único. Pero teniendo la capacidad

de reconocerlo, y reconocer dicha

propiedad en otros discursos, no me

era difícil apropiarme.


Luego, adoptando uno u otro según

la ocasión y los interlocutores ocasionales

podía lucir un envidiable discurso propio,

sin que nadie dudara de la calidad de mis

propiedades discursivas.



Estaba claro que no hacía falta más, no

necesitaba ningún discurso propio para

hablar con propiedad.


Porque ¿Qué es la propiedad, sino el hondo

sentimiento de que algo nos pertenece y no

puede ser más que nuestro, salvo que alguien

se lo apropie?


A lo largo de nuestra discreta historia, la

apropiación de tierras, haciendas, bienes, 

cuerpos y voluntades, ha tenido un papel

determinante en la dinámica evolutiva:

 

Este pensamiento no me pertenece, ni 

los anteriores:  Todos son apropiados

salvo el primer enunciado;  Nunca tuve un

discurso propio.


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