(Asensio Escalante)
Soñé con personas desconocidas.
Estarían de paso por el sueño,
calculé.
Pero siempre es bueno conocer
gente nueva y ampliar el círculo
de relaciones conocidas.
Siempre se puede ampliar todo,
con buena voluntad, más allá de
la necesidead.
Todas las personas son desconocidas,
hasta trabar relación.
Después clasificamos: conocidos, allegados,
amigos, amigos más entrañables, hasta
estrechar el círculo de indispensables si los
hubiera.
Luego, hay una dinámica con ascensos y
descensos, cambios de categoría y naturales
olvidos.
Los sueños suelen ser olvidables como las
personas desconocidas que nos cruzamos
cada día.
Pero es de sospechar, que con todas hay algo
en común: En el sueño, ya casi olvidado,
aparecían nombres de personas muertas que
sí conozco.
Acaso fueran conocidas de ellas, no puedo
saberlo. Los sueños son algo misterioso, casi
como la vida.
Pensé en eso: Cómo sobreviven los muertos
en el sueño de los que aún no acabamos de
morir.
Es probable que nos pase, también, eso de
estar de paso por sueños ajenos, y que
no nos reconozcan.
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