(Aparicio Custom)
El riesgo circula por doquier,
es mejor estar a resguardo,
acogerse a algo sólido y seguro
como una pared.
Las paredes, sean pares o impares
u opuestas por el vértice, no circulan
ni corren riesgo de salir de circulación
como los cuerpos o sujetos que
envejecen.
Éstos reducen sus movimientos
en forma sucesiva y consecutiva,
hasta alcanzar la unidad completando
el verdadero estado de reposo.
Ahí ya no hay riesgos que correr
o circular, pero antes de lograrlo
conviene tomar un seguro de vida.
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