(Horacio Ruminal)
El humo es tan humano
como uno.
El humo es uno con el
humano y su consumo:
El consumo de humo
es algo propio y exclusivo
de humanos.
La conquista del fuego, fue
capital para producir evolución
y humo para consumo humano.
Sólo nosotros consumimos.
A ningún otro animal le atrae
el humo, ni siquiera el de carne:
Los carnívoros la prefieren cruda,
y en lo posible viva.
Ellos no codician, ni desean
nuestros humos: Saben respetar
la propiedad humana.
Se mantienen ajenos a casi todos
nuestros vicios y ambiciones, al
valor del sacrificio y a la vocación
de servicio:
Un animal no tierne aspiraciones ni
deseos, sólo obedece su instinto
de criatura elemental.
Entre ellos, apenas intercambian fluídos
y sonidos sin sentido. Carecen de valores
intercambiables:
No podrían entender la complejidad de
los goces humanos, nuestras pasiones,
ni la compraventa de humo
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